Sacerdote mexicano: el fútbol de un país suele ser el reflejo de su sociedad

El padre David Jasso asegura que el balompié puede ser considerado uno de los nuevos areópagos y centros de decisión

Sacerdote mexicano: el fútbol de un país suele ser el reflejo de su sociedad

El padre mexicano David Jasso, experto en futbol soccer, asegura que el futbol de un país suele ser el reflejo de su sociedad, y por eso hoy en día los círculos académicos de los países europeos reconocen la importancia de este deporte y realizan investigaciones para comprender las motivaciones del ser humano.



En una reflexión publicada en sus redes sociales, el sacerdote perteneciente a la arquidiócesis de Monterrey, y quien antes de ordenarse fuera gerente deportivo del club Rayados, consideró que el futbol no es sólo un juego, sino un campo para aprender y formar, “pues expresa nuestras motivaciones y modela nuestras conductas, por eso incluso hay libros y ensayos que exponen la relación del futbol con la política pública, la economía, la pedagogía, los negocios, la mercadotecnia y otras ciencias, incluso las exactas”.

Ejemplo de lo anterior –dijo– es que ya “expertos de la Universidad de Oxford, ponen a Brasil como campeón en Qatar 2022, con base a un modelo matemático”.

El sacerdote se refirió al Documento de Aparecida de los obispos latinoamericanos, para asegurar que el balompié puede ser considerado como “uno de los nuevos areópagos y centros de decisión“, pues tiene que ver con “el mundo de las comunicaciones, la construcción de la paz… la promoción de la mujer y de los niños… Y el vastísimo areópago de la cultura, de la experimentación científica, de las relaciones internacionales”.

Un verdadero “signo de los tiempos”

De igual modo -abundó el padre Jasso- también el futbol podría considerarse todo un “campo misionero y pastoral”, fruto de la cultura actual como parte del entretenimiento de millones de personas que, junto a otras opciones “a diario llaman la atención y piden ser evangelizadas” a través de “servicios especiales que respondan a las diferentes actividades propias de la ciudad” como son el trabajo, ocio, deportes, turismo, arte, etc.

Por ello “el futbol puede ser considerado no solo un nuevo areópago, sino también un verdadero signo de los tiempos, pues son fenómenos históricos extendidos en todo un ciclo de vida colectiva, que captan progresivamente una generación, un pueblo, una cultura o civilización, y adquieren el valor de signos históricos porque impactan e interpelan a la libertad humana dando una señal hacia formas de existencia más justas y más dignas.

Los “signos de los tiempos” –explicó el sacerdote regiomontano- no son hechos aislados, sino generalizados; no son historias personales, sino procesos históricos; no son signos naturales o convencionales, sino signos históricos.

“Están encarnados, se manifiestan de forma clara, patente e indiscutible en la realidad histórica, marcan la época de modo característico y suscitan un consenso colectivo. El futbol, nos guste o no, tiene todos esos criterios y características”.

Para el padre Jasso, entendiendo el futbol como “signo de los tiempos” y acontecimiento significativo, exige una interpretación creyente, un discernimiento más global y universal, una escucha atenta a la llamada de Dios y su mensaje presente en él, a partir de la marca que imprime en esta época y en las personas y comunidades.

Finalmente, aseguró que del mismo modo en que los jugadores en el campo, en la sociedad y en la Iglesia “nos necesitamos unos a otros para jugar bien y ganar, para lograr el ideal común como dice el papa Francisco al hablar de futbol: ‘también es importante invertir tiempo y esfuerzo en fortalecer el espíritu del equipo, para lograr crear esa conexión de movimientos: una simple mirada, un pequeño gesto, una expresión comunican tantas cosas en el campo. Esto es posible si se actúa con espíritu de compañerismo, dejando de lado el individualismo o las aspiraciones personales”.

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