La Dirección de Prensa del Complejo Judicial de Managua, Nicaragua, informó que sobre el obispo de Matagalpa, Rolando Álvarez, pesa una acusación por “conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüense”.
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Fue la madrugada del 19 de agosto de este año cuando la policía nicaragüense irrumpió en la sede de la diócesis de Matagalpa, ubicada al norte de ese país, para aprehender al obispo Álvarez, quien llevaba dos semanas dentro de la curia, sitiado por la policía del gobierno de Daniel Ortega, bajo el argumento de “incitar al “odio” para “desestabilizar al Estado de Nicaragua”.
Ese día, junto con el obispo de Matagalpa fueron arrestados cinco sacerdotes y tres laicos más.
A la caza del padre Vallejos
Según el boletín difundido por el Complejo Judicial de Managua, en los Juzgados de Distrito Penal de Audiencia de Managua se admitió dicha acusación presentada por el Ministerio Público “por cumplir los requisitos procesales en contra de Rolando José Álvarez Lagos“.
Asimismo, se destaca que la autoridad policial le ha asignado un defensor, le decretó arresto domiciliario y programó audiencia inicial para el 10 de enero de 2023.
Por lo misma razón se encuentra acusado el sacerdote Uriel Antonio Vallejos, de quien -dice el comunicado- “es prófugo de la justicia y la autoridad judicial giró oficio a la Interpol para su captura”.
“Sólo a los delincuentes se les persigue”
Horas después del anuncio, el obispo auxiliar de Managua en el exilio, Silvio Báez, se pronunció en sus redes sociales sobre las acusaciones al obispo Álvarez:
“Es un crimen lo que hace la dictadura de Nicaragua contra mi hermano obispo, monseñor Rolando J. Álvarez. Ultrajándolo se condenan a sí mismos. ¡Rolando, no estás solo! Estamos contigo, rezamos por ti y exigimos tu libertad. Contigo está Dios, quien no abandona a sus profetas”.
Por su parte, el sacerdote Uriel Vallejos, también en el exilio, manifestó en sus redes sociales: “Solo a los delincuentes se les persigue. Y los delincuentes están en el poder girando orden contra los demás, escudados en su aparato represor. Sería de mucho agradecimiento a la Interpol que capture a los delincuentes que desgobiernan Nicaragua”.
Por otra parte, este fin de semana medios nicaragüenses destacaron que los periodistas Manuel Antonio Obando y Wilberto Artola, quienes trabajaban para la diócesis de Matagalpa, fueron también detenidos por la policía y se desconoce su paradero.
