El papa Francisco, en este 4º domingo de Adviento, se ha reunido con los fieles presentes en la Plaza San Pedro para la oración mariana del ángelus. El pontífice ha mostrado su preocupación por las tensas situaciones que se viven en el Corredor de Lachin, en el Cáucaso Meridional, donde se encuentra un importante corredor de transporte de los suministros de energía a Europa, por las precaria condiciones de las poblaciones de cara al invierno y ha reclamado “soluciones pacíficas por el bien de las personas” e invitó a rezar “por la paz” y las “vías del diálogo”. Pidió insistentemente para que la oración pueda “tocar el corazón de cuantos pueden frenar la guerra en Ucrania”.
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Acoger las sorpresas de la vida
Comentando el evangelio del día, el relato de san Mateo sobre el sueño de José antes de aceptar a María (cf. Mt 1, 18-24), Francisco destacó a san José como “hombre justo” que sueña cosas sencillas para el futuro a punto de casarse hasta que se encuentra con una “sorpresa desconcertante”, el embarazo de su mujer. “Experimenta que el mundo se le cae encima”, explica el Papa, ante las posibilidades legales ante una infidelidad ante las que elige “la vía de la misericordia” de repudiar en secreto a María. Entonces Dios en un sueño le revela que la maternidad de María es obra del Espíritu Santo y, de modo inesperado, él será el custodio del redentor. “Deberá confiar en Dios más allá de lo que se hubiera imaginado”, renunciando a sus certezas seguros y planes seguros para abrirse a un futuro que está todo por descubrir a lo que responde sí.
Este “coraje heroico que se realiza en el silencio” es de ejemplo para todos para el Papa. Ante los sueños y esperanzas que se puedan tener no hay que dejarse llevar por sentimientos negativos sino “acoger las sorpresas de la vida, también las crisis” para afrontar fundándose sobre “la misericordia de Dios” como criterio de fondo. “Dios es experto en transformar las crisis en sueños, abriéndolas a perspectivas nuevas”, sentención el Papa.
Los niños que sufren la guerra
Antes del ángelus, en el Aula Pablo VI, Francisco recibió en audiencia a un grupo de niños que han sido asistidos por el Dispensario Pediátrico “Santa Marta” del Vaticano, acompañados por sus familias y algunos voluntarios. El pontífice recordó a los pequeños que “no debemos olvidar a los niños de Ucrania, ¡y seguro que tú no los olvidas! Allí dice ‘Paz’, y allí está la bandera de Ucrania”.
El Papa res recordó que “tantos niños sufriendo por la guerra; y también sufren en otras partes por la injusticia”. “Si el Señor nos da esta alegría de celebrar la Navidad así, todos juntos, en paz, pensemos también en los que sufren y recemos por ellos, todos juntos”, concluyó.
