Adiós a Gina Lollobrigida, la actriz que obtuvo la nulidad matrimonial… ¡a los 91 años!

La artista se casó en 2010 con el empresario español Javier Rigau, treinta años menor que ella

Adiós a Gina Lollobrigida, la actriz que obtuvo la nulidad matrimonial… ¡a los 91 años!

La actriz italiana Gina Lollobrigida, una de las grandes estrellas de la historia del cine, ha fallecido este lunes a los 95 años de edad en su casa de Roma, según informa EFE.



Lollobrigida fue ingresada en septiembre en un clínica de Roma tras sufrir una fractura de fémur, por una caída doméstica, de la cual recibió el alta poco después.

Está considerada una de las grandes actrices del cine italiano, desde sus inicios en 1946 en ‘Aquila neta’ de Riccardo Freda hasta sus trabajos junto a algunos de los directores más renombrados del país, como Pietro Germi, Mario Monicelli, Vittorio De Sica o Mario Soldati.

En 1949 se casó con el médico esloveno Milko Skofic, con quien tuvo un hijo, Milko, con quien tuvo problemas durante los últimos años de su vida al intentar este que la justicia declarase a la actriz incapaz de administrar su patrimonio, quedando este en manos de su hijo. Todo, porque la familia sospechaba que la actriz podía estar siendo manipulada por su secretario y representante, de 25 años, después de que esta cortase lazos con sus allegados y despidiera a la que había sido su asistente durante décadas.

Nulidad a los 95 años

Años antes, en 2010, Lollobrigida se casó en secreto con el empresario español Javier Rigau, treinta años menor que ella. Sin embargo, tiempo después, la actriz aseguró haberse casado mediante engaños. La justicia civil absolvió a Rigau del delito de falsedad documental por el que fue investigado. Sin embargo, el Vaticano concedió la nulidad matrimonial a Lollobrigida cuando esta ya había cumplido los 91 años.

Según explicó la actriz a Il Corriere della Sera, el empresario “fraguó el casamiento el 29 de noviembre de 2010 ante el Arzobispado de Barcelona” sin que ella tuviera conocimiento, con la única intención de sacarle hasta el último euro de su cuenta bancaria. “¡La verdad tenía que imponerse!”, añadió, expresando su felicidad ante que el caso se hubiese resuelto.

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