(Mercedes Guajardo– Grupo de Reflexión Cristiana Valparaíso. Chile) En el número 2.701 de Vida Nueva, Pedro María Lahora, provincial de San Viator en España, en relación a la condena de un religioso de su congregación por la justicia de Chile por posesión de pornografía infantil y abusos sexuales contra menores, dice, entre otras cosas, que está “lejos de nosotros la ocultación”.
Pues bien, este grupo firmante no desconoce tal voluntad ni el largo trabajo educativo de esta congregación en Chile; no obstante, fuimos informados de un abuso sexual de alumnas menores por parte de un profesor del Liceo Parroquial San Antonio, a cargo de la congregación en Viña del Mar. Tratamos de que el hermano director asumiera su responsabilidad ética y legal de llevar el caso a la justicia, pero lejos de tal, lo evitó hasta donde pudo, persiguió y despidió posteriormente a las profesoras que denunciaron la situación y que apoyaron a las menores. Además, trató de “infundio”, en un diario local, nuestra denuncia pública.
La demanda ante la policía fue efectuada y ratificada ante el tribunal por las propias niñas afectadas, con el apoyo de una profesora. Las investigaciones, peritajes y posterior juicio terminaron con el profesor (sistemáticamente defendido por la dirección del colegio) condenado por dichos abusos.
Añadamos que la situación también se la informamos por escrito al superior provincial de Chile y al obispo titular de Valparaíso. Los escritos de respuesta de ambos fueron evasivos. No nos consta intervención alguna por su parte en defensa de las víctimas.
Es evidente que, de no mediar nuestra intervención, se habría ocultado el delito que estaba ocurriendo. Confiamos en que de ahora en adelante se lleven a efecto los llamados del Papa para que el discurso no se vea desmentido con las prácticas.
En el nº 2.713 de Vida Nueva.
