El 44,4% de los peregrinos del Camino de Santiago afirma haber retornado con energías renovadas y un enfoque distinto sobre su vida. Mientras, el 27,3% reconoce el poder transformador de esta experiencia, indicando “que nunca volvería a ser la misma persona de antes”, y el 17,1% indica haber experimentado la espiritualidad, y/o la existencia de Dios en una forma mucho más profunda. Solo para el 5% haber peregrinado no ha generado un beneficio concreto.
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¿Resumen? Esta peregrinación te cambia la vida, tal y como ponen de manifiesto los datos que se desprenden del estudio Percepciones y espiritualidad en el Camino de Santiago: un análisis basado en encuestas y redes sociales, elaborado por María Luz Loureiro García, Xose Antón Rodríguez González, Fidel Martínez Roget y Carlos Tilves Bellas, investigadores de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Santiago de Compostela, a petición del Arzobispado.
Este análisis estadístico parte de encuestas realizadas tanto a peregrinos que ya han disfrutado de esta experiencia (1.546), como a otras personas que estaban planificando hacer el Camino en el Año Santo (342), y de una base de datos de todos los mensajes publicados en Twitter que recogen emociones espontáneas que rodean el Camino, con un análisis basado en minería de texto de todos los tweets que contienen las palabras “Camino de Santiago” en castellano, inglés y portugués.
Más que turismo
Este primer informe sobre la espiritualidad de los peregrinos pone de manifiesto que el Camino de Santiago es mucho más que turismo. De hecho, la motivación más importante a la hora de hacer el peregrinaje a Compostela es la espiritual (67,9%), seguida por el deseo de recreo y relajación (42,4%), motivos culturales (40,4%), de ocio del deporte y aire libre (34,3%) y los motivos estrictamente religiosos (27,9%). Así, el 89,4% de los peregrinos se reconocen cristianos.
El 98% de los peregrinos señalan que la experiencia ha sido satisfactoria o muy satisfactoria y el 97% indican que lo recomendarán a amigos y conocidos. “Para muchos es una actividad transformadora de su vida. Lo consideran no solo una fuente de aprendizaje por visitar nuevos lugares, sino que un porcentaje muy amplio considera que ha superado sus expectativas. Del mismo modo, nueve de cada diez recomendarían la peregrinación y muchísimos de ellos volverían a hacerlo”, detalla, en conversación con Vida Nueva, María Luz Loureiro García.
“Me llama mucho la atención que quieran seguir buscando. Se trata de personas que buscan respuestas a sus preguntas más existenciales, nuevas formas de ver la vida, también ese espacio para sí mismos en un mundo cada vez más materialista”, añade. Además, la muestra seleccionada tiene un nivel cultural por encima de la media (68,2% tiene estudios universitarios), y “son personas que tratan de buscar la sencillez en sus vidas y disfrutar de ella al máximo”.
