Tribuna

Venerable M. Esperanza González Puig, “luz que sigue brillando” en el bicentenario de su nacimiento

Compartir

Las personas que han vivido rectamente, son luces de esperanza, porque ha revertido en ellas la Luz de Cristo. Celebramos los 200 años del nacimiento de Esperanza González Puig, que vio la luz en Lleida, el 19 de mayo de 1823, nació en la Paeria por ser su padre conserje de la misma. Al día siguiente recibió el Bautismo en la iglesia de San Juan Bautista, imponiéndole los nombres de María Esperanza, Josefa, Francisca, la llamarán Esperanza. Su vida transcurre en la casa paterna, hoy Casa Madre de las Misioneras Esclavas del Inmaculado Corazón de María (Avenida de Cataluña, 14, de Lleida). Queremos dar gracias por el camino recorrido por M. Esperanza y anunciar el sentido y la fe que la alimentó.



Pinceladas de su niñez

Esperanza tuvo uso de razón antes de los cuatro años, y según su director espiritual, a esa edad ya tenía conocimiento de Dios, veía la obra del Creador en la naturaleza y se lo agradecía. No le gustaba leer ni escribir, pero por agradar a sus padres, a los siete años aprendió sola, en ocho días. De su madre aprendió el amor a la Eucaristía y a la Virgen, de su padre el trabajo y la rectitud, de ambos aprendió a compartir lo que tenía con los necesitados. Se preocuparon de la educación de sus hijos Francisco y Esperanza, los demás murieron en edad muy temprana.

Desde los inicios de su vida, el Señor y la Stma. Virgen, manifiestan predilección por Esperanza, como corroboran algunos hechos:

  • Con cinco años, visitando a la Virgen de Rosario, vio a la Stma. Virgen y sintió grandes deseos de ser toda de Dios y consagrase a su servicio; y al ver un cuadro de a la Divina Pastora, salió con gran deseo de ser santa.
  • A los seis, en la escalera de su casa, se le hace presente Jesús llevando la cruz, y le dice: Quiero que seas mía, y tú me debes ser fiel. La niña lo guardó en su corazón y en su retina, solo más tarde lo manifestó. Era muy devota de la pasión del Salvador y comenzó a hacer grandes sacrificios para reparar.
  • Contaba siete años cuando, estando en las clarisas, le parecía que Jesús desde el sagrario le invitaba a abrazar el estado religioso, y prometió ante el Santísimo hacerse religiosa. Guardó por un tiempo su secreto, temía que dijeran que eran niñerías.

Si los primeros años marcan la vida de una persona, podemos intuir lo que será Esperanza con esta base espiritual, de sentir en su corazón la llama del amor a Jesús y María, y sentirse amada por ellos.

Algunos acontecimientos de la adolescencia y juventud

Delicada de salud, sus padres procuraban que se relacionase más, le buscan unas amigas mayores que ella, que le invitaban a leer novelas y cartas de amor; Esperanza se dio cuenta de que no le hacía bien esa amistad, y determinó dejarlas, pero el mal estaba sembrado, su amor a Dios se enfrió, no obstante, hacía grandes sacrificios para reparar las ofensas que se hacían al Señor.

A los 13 años muere su padre, queda con su madre, su hermano Francisco estudiaba en Cervera, la soledad es muy fuerte. Comienza a confesarse con el hoy beato P. Palau y vuelve a su fervor anterior. A los 14 años, ante el Santo Cristo Hallado -iglesia de Sant LLorenç-, hace voto de castidad, desde ese momento se consideraba toda de Dios.

Cuando contaba 17 años muere su madre, no tenía consuelo y decía: yo me quedo sola, como una barca si timón y sin remos. Pero el Señor le respondió: No. Te queda mi madre, como madre tuya, y así fue, la tomó por madre, comenzó a hacer más oración, el Señor se le hace presente, unas veces sufriente, otras glorificado, siempre haciéndole ver cuánto la quería: Toda has de ser mía, quiero tu corazón.

Venerable Esperanza González Puig

Pasó años de mucho sufrimiento creyendo que no era fiel a Dios y buscó amparo en la Stma. Virgen, viaja a Barcelona, Monserrat, el Pilar; en Zaragoza se confesó, y el sacerdote la animó a buscar un director espiritual en Lleida, lo encontró al Rvdo. D. José Escolá.

Con los pobres tenía entrañas de madre, dio su abrigo a una mujer que temblaba de frío, atendió a un pobre diariamente, lo que le daba su hermano Francisco lo empleaba para los pobres, en quienes veía al mismo Jesús, y su caridad llegaba a los seminaristas, a quien ayudaba pensando en el bien que podían hacer a las almas. También se ofrecía a ser madrina de bautismo de muchos niños. El hospital, hoy Estudios Ilerdenses, fue testigo de su entrega gratuita a mujeres marginadas, y dejó de acudir porque, con su oración, sucedían curaciones inexplicables.

Esperanza llega a la edad madura

A los 27 años, el Señor se le empezó a manifestar de modo particular. El 6 de julio de 1852 comienza una entrega sin retorno a la voluntad de Dios. La rotura de unos pendientes de forma inexplicable, causaron tal impresión en Esperanza, que su vida cambió. A este hecho le sucedieron varios fenómenos místicos: padece los dolores de la Pasión; desposorios místicos con Cristo, que le dice: desde este instante tu nombre será Esperanza de Jesús, y el mío Jesús de Esperanza, y la Stma. Virgen: Hija mía, ya eres esposa de Jesús, te amaré como a la hija más amada de mi corazón; después de la Transverberación, responde con una vida de más oración, penitencia y búsqueda de la voluntad de Dios.

Experiencia fundacional

A los 29 años, en la Iglesia de las Carmelitas de Lleida, después de comulgar se le apareció el Señor atado a la columna, rodeado de mujeres perdidas, la miró y dijo: “”Mira, hija, cómo me hacen sufrir esas almas, sálvalas y alíviame. Es mi voluntad que fundes una congregación bajo la protección del Corazón de María, cuyo título le darás; tendrá por objeto recoger a esas almas, para ganarlas para mí. Mis secretos son inescrutables y tú eres la destinada para esta gran obra, yo soy el que te lo mando”.

La Stma. Virgen confirma lo dicho por su Hijo: “Quiero se forme una congregación con el título de mi Inmaculado Corazón… Hija, anímate, ya sabes que eres mía, pues yo siempre seré tu Madre, y nunca te abandonaré. De hoy en adelante te llamarás María Esperanza”.

Dios le da pruebas de que la quiere fundadora; Esperanza piensa entrar a las carmelitas, pero esa no era la voluntad de Dios, que gradualmente le iba manifestando la misión y fin de la Congregación. Durante diez años luchó para quitarse de su cabeza lo de la fundación, pero inútil, No temas, le dice Jesús, soy yo quien te lo mando, cuando se levanta un edificio, la primera piedra está sin pulir, y la respuesta de Esperanza fue de total generosidad.

Años más tarde, en otra experiencia vio las naciones que no conocen a Dios, lo que más compasión le daban eran los niños inocentes, que como florecillas en tierra agreste, llena de malezas no podían crecer, sino que se volvían árboles feos y habían de ser pábulo del infierno. Esto le partía el corazón. Algo había que hacer, en nuestros días es una urgencia mayor la que se nos presenta.

Rendida a la voluntad de Dios, funda la Congregación

No se apartaba de su mente la idea de la Congregación, al ver mujeres necesitadas, las mira con cierto afecto y como que le pertenecen.

Después de tantas señales del cielo, se rinde totalmente a lo que Dios le pedía; en agosto de 1857 escribe al obispo Cirilo Uriz, le expone la situación de jóvenes y niñas que se lanzan por senderos que las apartan del buen camino, Muchas veces porque no hallan una mano amiga que las ayude a salir de su infeliz estado. Le pide tener a bien aprobar un nuevo instituto con el título de Esclavas del Inmaculado Corazón de María Santísima, con el fin de recoger a las jóvenes más vulneradas, para que se restablezcan y sean útiles para la sociedad.

Con 39 años, el 19 de junio 1862, funda la nueva Congregación, se le unen cinco jóvenes, y en la fiesta de la Inmaculada hacen su profesión religiosa en honor a la Stma. Virgen.

Carisma y misión

El carisma de la caridad llevará a Esperanza y a sus hijas a aliviar a Cristo y a configurarnos con Él, a servir mejor a la Iglesia.

La misión estaba clara: poner en pie a la mujer haciéndola libre, y educar a los niños en todas las dimensiones de la persona. Madre Esperanza vio una conexión entre la reeducación de la mujer y la educación cristiana de los niños.

El carisma y la misión, es de gran actualidad, ¿hay algo más grande que educar a niños y jóvenes, y también restaurara la mujer más vulnerada y oprimida? Deseamos que la obra de esta ilerdense sea cada vez más conocida y valorada, estímulo de entrega generosa. Es un honor para la ciudad y un apóstol para la iglesia.

Con el lema “luz que sigue brillando”, la Congregación da gracias por el camino recorrido por nuestra Fundadora, por la estela luminosa que nos ha dejado; creyó en sus dos grandes amores Jesús y María, creyó en el poder de la Gracia, creyó en la mujer y en los niños, por ellos se comprometió y practicó  la pedagogía del amor.

Y mirando un cuadro de Nuestra Señora de la Esperanza, partió hacia el cielo

Intuyó su muerte. Después de una vida plena, M. Esperanza nos dejó un 5 de agosto de 1885. La tenían como santa y la ciudad sintió su muerte, el obispo D. Tomás Costa oró largamente ante ella. Dice la madre Trinidad Vesa: “me parecía que velaba a una santa”.

Hacia los altares

La Iglesia ha reconocido sus virtudes heroicas, y el 28 de abril de 2006 fue declarada venerable por Benedicto XVI, recientemente fallecido.

La ciudad de Lleida, reconociendo su labor social y educativa, le ha otorgado una calle: Esperança Gonzàlez -Fundadora-. Y a su hermano Francisco, el mayor protector, ha dedicado la calle Canonge Gonzàlez Puig, ambos son un honor para la ciudad, han de estar orgullosos de la Venerable M. Esperanza, a quien deseamos ver en los altares si así lo dispone el Señor.

Mientras, acudamos a ella con frecuencia para obtener de Él, por su intercesión, las gracias que necesitemos. Ya son muchas las personas que piden su protección y reconocen su intercesión.

Esperanza González, fundadora, fue santa por sus grandes virtudes de humildad, de fortaleza, de caridad heroica con sus chicas y con sus hijas… y esta es la gran lección de su entrega de amor.

Comienza la celebración de los 200 años de su nacimiento con el inicio del año 2023, un año para agradecer, recordar, imitar, renovar, vivir en plenitud, Esperanza con su luz puede iluminar el camino de mujeres maltratadas, jóvenes y niños, de toda persona que se deje guiar por esta luz, que brilla en la Iglesia y nos quiere acercar a Jesús y María, sus grandes amores.

Algunos actos previstos para este año

  • Inauguración del Bicentenario: Eucaristía de Acción de Gracias, en las casas de la Congregación, durante el mes de enero de 2023.
  • 19 de mayo, nacimiento de la Venerable M. Esperanza, Eucaristía de Acción de Gracias por el dón de su vida, en cada Comunidad.
  • Mayo y junio (miércoles y sábados, de 11:00 a 12:00h y de 17:00 a 18:00h, puertas abiertas en la casa Madre, Lleida)
  • Rezo del rosario, durante el mes de mayo, por la tarde, abierto a quien quiera unirse a la Comunidad de cada lugar.
  • Eucaristía de Clausura: el 18 de diciembre en la Casa Madre; en las demás casas de la Congregación, en diferentes fechas del mismo mes de diciembre.
  • Diversas actividades en los Centros educativos y Hogares durante el año.

Es un año para que jóvenes que se sientan llamadas por el Señor a seguirle y dar la vida por la mujer y los niños se acerquen a nuestras Comunidades y experimenten nuestra vida en fraternidad y en misión. Vale la pena seguir iluminando al estilo de la Venerable M. Esperanza.