La pastoral de comunicación de la Arquidiócesis de Rosario presentó un comunicado, titulado ‘Comunicar la paz’, y toma palabras del papa Francisco en el mensaje para la Jornada Mundial de Comunicaciones Sociales 2023, en el que asevera: “No debemos tener miedo a proclamar la verdad, aunque a veces sea incómoda, sino a hacerlo sin caridad, sin corazón”.
De esta manera, la Iglesia rosarina se hace eco de la vivencia de los ciudadanos, y especifican que la violencia de los pueblos de Rosario y Gran Rosario (provincia de Santa Fe) crece diariamente.
Recordaron, entonces, lo que el arzobispo Eduardo Martín, ya había señalado en el 2015: “esto es muy preocupante y las autoridades tendrán que tomar las medidas para garantizar mayor seguridad”. Tres años más tarde, el obispo reiteraba: “a diario vemos cómo se eliminan vidas llegando a naturalizar también la muerte” y “tenemos miedo de ser víctimas de violencia con armas de fuego”.
“Comunicar la paz en esta sociedad tan violenta tiene que ser el principal objetivo de esta Cuaresma en el Año Mariano Arquidiocesano porque Jesús nos llama a llevar la alegría de la fe a todos”, es el pedido del equipo arquidiocesano de comunicación.
La propuesta cuaresmal
Por tal motivo, en el comunicado, proponen estas acciones concretas para el período de la cuaresma:
- Rezar diariamente por la paz
- Evangelizar las redes sociales con mensajes de alegría y paz
- Ayunar pidiendo especialmente a Dios para que cese esta violencia irracional
- Pedir por las familias que sufrieron y sufren por la violencia
- Peregrinar al Santuario de la Virgen a rezar especialmente por nuestros pueblos y ciudades,
- Unirse en el rezo del Vía Crucis en tu comunidad, pidiendo por los gobernantes.
Reivindican las palabras de san Juan Pablo II, en su mensaje de la XXXVII Jornada Mundial de la Paz del 1° de enero de 2004: “La paz es posible, la paz es necesaria”, y refuerzan la idea con los cuatro pilares que en Pacem In Terris, proclamaba Juan XXIII, en la que indicaba que es urgente educar: la verdad, la justicia, el amor y la libertad.
Finalmente, la Iglesia de Rosario señala: “Cada uno desde su lugar tiene que sembrar semillas de amor y paz porque sólo una humanidad en la que reine la ‘civilización del amor’ podrá gozar de una paz auténtica y duradera”.