El cardenal nicaragüense José Leopoldo Brenes pidió a los fieles católicos de ese país no perder la comunión con Dios ni con los hermanos, pues “lo que quiere el demonio es crear conflictos, confrontación y divisiones”.
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Cabe mencionar que por disposición del gobierno de Daniel Ortega, se han prohibido los tradicionales viacrucis y procesiones de Cuaresma, a menos que se hagan dentro de los perímetros parroquiales.
En la arquidiócesis de Managua, particularmente, todos los sábados de Cuaresma se realizan peregrinaciones al Santuario Cristológico en La Conquista, pero este fin de semana, la peregrinación no se realizó y la procesión se hizo solamente alrededor del santuario.
El demonio ataca por el lado flaco
En su homilía del primer domingo de Cuaresma, el cardenal Leopoldo Brenes pidió a los fieles pensar en ese lado débil que cada uno tiene, pues “el demonio muchas veces ataca ahí”, por lo que sugirió seguir el consejo del papa Francisco para superar las tentaciones: estar apoyados en la Palabra de Dios. También pidió practicar la oración, el ayuno y las buenas obras.
Recordó que Dios le dice a cada uno, ‘déjate abrazar’, “pero hay alguien que quiere que no nos dejemos abrazar, alguien que quiere apartarnos totalmente de esa cercanía de Dios y es el demonio”, apuntó.
Y continuó: “el demonio nos conoce, nos va observando, y como decimos en voz nicaragüense, va a tratar de descubrir nuestro ‘lado flaco’, y por allí va a tratar de meterse para apartarnos de la Comunión con Dios, para apartarnos de la Comunión con nuestros hermanos”.
También recomendó responder a las tentaciones del demonio con la Palabra de Dios: “El Señor sabe que el demonio va a trabajar con nosotros. El demonio está cerca de nosotros hasta el último momento de nuestra vida”.
Momento de conversión
Explicó el cardenal Leopoldo Brenes que, cuando la persona está por cometer un vicio, acceder a una tentación o se quiere quitar la vida, “siempre hay un espacio, y ahí es el momento de la conversión, el momento en que podemos entrar, y aquella persona puede entrar en comunión con Dios y acercarse a él y pedirle perdón. Pero el demonio va a estar siempre acechando a cada uno nosotros”.
“Hoy en este tiempo de Cuaresma -concluyó el cardenal de Nicaragua- reflexionemos sobre ese lado débil que tenemos, y que el demonio por ahí va a atacar. “Si tengo un vicio o una tentación que se repite, ¿por qué no busco, con la ayuda oportuna, un versículo de la Palabra de Dios que responda a ese vicio? Luego, cuando llegue la tentación, lo recito, lo rezo confiando en la gracia de Cristo. Probemos, nos ayudará en las tentaciones, porque, entre las voces que se agitan dentro de nosotros, resonará la voz benéfica de la Palabra de Dios”.