A pesar de ser una de las regiones del mundo con la mayor riqueza hídrica, biodiversidad natural y cultural, los pueblos de Mesoamérica enfrentan una fuerte inequidad en el acceso al agua, debido a “políticas de desarrollo inclinadas hacia las empresas e industrias y desligadas del bienestar socioeconómico de las comunidades”.
Así lo dio a conocer, a través de un pronunciamiento, la Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (REMAM), cuyos miembros son Belice, Panamá, Nicaragua, Costa Rica, El Salvador, Honduras, Guatemala y México.
Representantes de estos países participaron en la primera asamblea general del organismo, del 6 al 10 de marzo pasado, sin la representación de Nicaragua debido al conflicto que vive la Iglesia con el régimen de Daniel Ortega.
Factores que ponen en peligro el agua
La red denunció que el agua también se encuentra en peligro debido a la minería, la deforestación y la contaminación desmedida, a la que se suman “débiles, insuficientes o inexistentes legislaciones a favor de la democratización y protección de este líquido vital”.
Tras señalar que el agua no es para la Iglesia sólo un recurso, sino un don de Dios, la REMAM lamentó que haya escasos o nulos esfuerzos de educación y de construcción de una cultura de cuidado de las cuencas hídricas y mares, nuestras fuentes de vida.
En este sentido, rechazó el modelo de desarrollo económico “extractivista, como el empleado por la industria minera”, pues utiliza un “procesamiento que lesiona a la Hermana Madre Tierra, atropella los derechos de los trabajadores e irrespeta la soberanía ambiental de las comunidades, en sus territorios”, señaló.
Legislaciones débiles a favor del agua
Si bien algunos de los países mesoamericanos han hecho avances en su legislación, planes y acciones a favor del ambiente -dijo la REMAM-, es preocupante ver cómo lo ganado está en un punto de retorno “ante la presión del modelo de desarrollo económico actual, sumado a gobiernos permisivos, complacientes, e incluso cómplices del despojo de nuestra amada Madre Tierra”.
Finalmente, la red condenó la persecución, criminalización, judicialización, las desapariciones y muertes de los defensores del ambiente, así como, de sus familiares y seres cercanos, “quienes enfrentan un estado de indefensión e irrespeto de sus derechos humanos, mediante acciones diseñadas para neutralizar sus legítimos reclamos a favor de la ‘Casa Común'”.
Durante esta primera asamblea se llevaron a cabo elecciones de los integrantes de la Coordinación General de la REMAM, la cual quedó instituida de la siguiente manera para el período 2023-2025. Presidente: Gustavo Rodríguez Vega, arzobispo de Yucatán, México; secretario ejecutivo: sacerdote Patricio Sarlat Flores, también de la arquidiócesis de Yucatán, México; tesorera: Alejandra María Zelaya Segura, de Tegucigalpa, Honduras, y secretaria: Clara Ethel Meza Cordovez, de Panamá, Panamá.