Dos días antes de que se cumpliera el plaza establecido por el gobierno de Daniel Ortega para que el encargado de despacho de la Nunciatura en Nicaragua saliera del país, monseñor Marcel Diouf viajó este 17 de marzo a Costa Rica, cerrando de manera oficial la sede diplomática del Vaticano en ese país centroamericano.
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La ruptura de las relaciones entre el gobierno nicaragüense y la Santa Sede se dio luego de las declaraciones del papa Francisco a un medio de comunicación, en las que calificó al regimen sandinista como “dictadura grosera” y “hitleriana”, por la persecución que está sufriendo la Iglesia en ese país, la cual ha llevado a varios ministros de culto al exilio, entre ellos a un obispo, y tiene a otro en la cárcel, el obispo de Matagalapa, Rolando Álvarez, sentenciado a 26 años de prisión por delitos considerados traición a la patria.
Monseñor Marcel Diouf se encontraba como encargado de la Nunciatura en Nicaragua, luego de que el presidente Daniel Ortega expulsara al nuncio Waldemar Stanislaw Sommertag, en marzo del 2022.
Una semana para irse
Según informes de Vatican News, el encargado de negocios de la Nunciatura Apostólica en Nicaragua, Marcel Diouf, se trasladó a Costa Rica.
Según fuente diplomáticas citadas por medios nicaragüenses, al representante de la Nunciatura en Managua, Diouf, le habrían dado una semana para irse del país.
La custodia de la Nunciatura Apostólica y de sus bienes fue confiada a la República Italiana, en virtud de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas.
Antes de irse, monseñor Diouf se reunió con los representantes diplomáticos de la Unión Europea, Alemania, Francia e Italia, acreditados en Nicaragua.