La misa
Este domingo, 19 de marzo, mientras oficialmente en el Vaticano se recordaba el décimo aniversario de la misa del solemne inicio del pontificado de Francisco, la parroquia romana de Santa Maria Consolatrice en el barrio de Casal Bertone recordaba a Benedicto XVI. El cardenal Joseph Ratzinger tenía una vinculación especial con este templo desde que se le fue asignada como título cardenalicio.
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La parroquia ha querido celebrar de forma especial el onomástico de Ratzinger –aunque la liturgia de este 2023 celebrar San José este día 20 de marzo al coincidir el 19 con el 4º domingo de Cuaresma–. En el templo se ha descubierto una sencilla placa conmemorativa ya que la vinculación entre el Papa y esta parroquia no ha se interrumpido hasta el pasado 31 de diciembre con la muerte del pontífice emérito.
A la celebración ha acudido el arzobispo Georg Gänswein, durante tanto años secretario privado del Papa alemán. Él ha sido el encargado de bendecir la placa y ha llevado como recuerdo al templo una casulla que se incorporará al museo que se está preparando con otros detalles que Benedicto fue enviando con el paso del tiempo junto con sus puntuales donaciones navideñas para la Cáritas parroquial. No faltarán las fotos de la visita de Benedicto XVI el 18 de diciembre de 2005, durante su primera salida como Papa a una parroquia romana.
Las declaraciones
Mientras espera destino, Gänswein acude a diferentes eucaristías y eventos de homenaje al Papa emérito. Allá donde va le persigue sin duda una de sus últimas publicaciones, sus controvertidas memorias ‘Nada más que la verdad’ de las que hemos hablado ampliamente en este blog. Un libro que vio la luz el 5 de enero, seis días solo después de la muerte del Papa emérito y en el que se incluyen incluso sus últimos suspiros. Unas páginas elaboradas con confidencias, documentos privados y suspicacias en torno a la relación entre Francisco y Benedicto XVI.
Este domingo ha hablado brevemente del tema. Una cadena informativa italiana, Sky TG24, ha recogido sus declaraciones y en ella señala que en torno al libro “hay y habrá críticas”. Ante lo que resignadamente comentó: “Y tengo que vivir con las críticas”. Aunque su reflexión no se queda ahí: “Si las críticas no están bien fundadas, entonces son críticas por prejuicios (contra Benedicto) u otros motivos infundados. Tengo que aceptarlas, pero no puedo tomarlas en serio. Las verdaderas críticas las acepto y de ellas, aprendo”, sentenció, según recoge The Associated Press.
Estas son sus palabras. Que cada uno saque sus conclusiones.
