El próximo 28 de mayo se celebran elecciones municipales en todo el estado español y elecciones autonómicas en buena parte de las comunidades de nuestro país. Unas citas electorales que representan un momento importante para la vida pública, y ante los cuales los movimientos de Acción Católica Especializada de la Iglesia española han manifestado la necesidad de “entender la política como un servicio para un auténtico desarrollo de las personas y una apuesta decidida por el bien común”.
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De esta manera, la organización, integrada por la Fraternidad Cristiana de Personas con Discapacidad (FRATER), la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), la Juventud Obrera Cristiana (JOC), la Juventud Estudiante Católica (JEC), el Movimiento Rural Cristiano (MRC), el Movimiento de Jóvenes Rurales Cristianos (MJRC) y Profesionales Cristiano (PX), han subrayado que “las personas que desempeñan un servicio público” trabajen, en primer lugar, para “habilitar políticas para que todas las familias puedan disfrutar de un nivel de vida digno y servicios públicos de calidad, especialmente una sanidad pública universal”.
Del mismo modo, han animado a “luchar contra la desigualdad y el empobrecimiento desde la centralidad del trabajo decente”, para lo cual inciden en prestar “una especial atención a la precariedad laboral y al desempleo juvenil”. Además, han aseverado en la necesidad de “conseguir una educación y una formación pública de calidad que posibilite proyectos de vida para las personas jóvenes”. En este sentido, consideran necesaria también “una formación política, hacia los más jóvenes, que fortalezca el conocimiento y la participación en los procesos democráticos”.
Al servicio de los necesitados
Con el objetivo de “crear una sociedad más ética y comprometida”, los movimientos de Acción Católica animan a “contar con las aportaciones en todos los ámbitos de desarrollo”, como son la “investigación, la tecnología, la educación, o la sanidad”.
Por último, han reclamado políticas “que reviertan la situación de la España vaciada”, así como otras “que faciliten los derechos y la inclusión social de las personas y colectivos más vulnerables”. En definitiva, que hagan “de nuestras ciudades y pueblos lugares habitables para las personas, cuidando el medioambiente y la casa común”.
“Nuestra responsabilidad como Iglesia, nuestro compromiso como cristianos y cristianas pasa por transparentar el mensaje de la Buena Noticia, y por trabajar para que las instituciones estén al servicio de las necesidades de las personas”, concluye la organización, haciendo, a su vez, “un llamamiento a la ciudadanía para que día a día recuerde, se comprometa, acompañe y exija los compromisos adquiridos por nuestros representantes para así poder asegurar una democracia de calidad”.
