¿Quién llama al Papa en medio de una audiencia general? Todavía no hay respuesta a esta pregunta, pero ha sido la imagen del día en el Vaticano. Francisco ha detenido durante un minuto la audiencia general para responder una llamada ante la sorpresa de los presentes.
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El Pontífice ha continuado hoy su ciclo de catequesis sobre los testigos del Evangelio. En esta ocasión el protagonista ha sido san Francisco Javier. “Este santo español es patrono de las misiones, junto con santa Teresita de Lisieux. Francisco nació en Navarra y realizó sus estudios universitarios en París. Allí conoció a Ignacio de Loyola, quien lo acompañó en la experiencia de los Ejercicios espirituales. El encuentro con Cristo que tuvo durante esos días cambió su vida”, ha explicado el Pontífice.
“Años después -ha continuado Jorge Mario Bergoglio-, Ignacio, Francisco y otros amigos formaron la Compañía de Jesús, y se pusieron a disposición del Papa para atender las necesidades más urgentes de la Iglesia en el mundo”.
Y ha proseguido: “Enviado a la India como nuncio apostólico, Francisco Javier realizó una labor evangelizadora extraordinaria, catequizando a los niños, bautizando y atendiendo a los enfermos. Pero su celo apostólico lo impulsaba a ir siempre más allá de lo conocido, y así viajó a otros lugares de Asia, como las Islas Molucas y Japón, hasta morir con el deseo de anunciar el Evangelio en China”.
“Oremos por la martirizada Ucrania”
Al término de la catequesis, en su saludo a los fieles en lengua árabe, Francisco ha subrayado el valor de la oración, en particular la petición de intercesión a la Virgen María, recordando que especialmente en el mes de mayo, dedicado a la Virgen, se reza el Rosario, “un compendio de toda la historia de nuestra salvación”. Y ha subrayado: “El Santo Rosario es un arma poderosa contra el mal, y un medio eficaz para obtener la verdadera paz en nuestros corazones”.
En sus saludos a los peregrinos de lengua española, ha pedido al Señor que “envíe al Espíritu Santo sobre nosotros para que, como san Francisco Javier, seamos fieles discípulos y misioneros de su Evangelio, hasta los confines de la tierra”.
Una vez más, no se ha marchado sin insistir en rezar por la paz en Ucrania. “Todos pidamos al Señor por la martirizada Ucrania, sufrimos mucho… Oremos por los heridos, por los niños, por los que han muerto, para que vuelva la paz”, ha concluido.