El vicedecano de la Facultad de Teología de la Universidad Pontificia Comillas, Pedro Fernández Castelao, está convencido de que “una reforma solo es verdadera reforma si mantiene el equilibrio interno de las polaridades y no rompe la unión con la totalidad a la que pertenece acentuando unilateralmente un solo principio”.
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Este fue uno de los pilares que vertebró su ponencia en el marco de las VII Conversaciones PPC, organizadas por la editorial mano a mano con el Instituto Superior de Pastoral y que se celebran en el Colegio Mayor Mara de Madrid.
Teología de escritorio
El docente e investigador planteó su alocución a modo de “reflexiones teológicas ante el peligro de la polarización en la Iglesia”. Así, no dudó en afirmar, alineado con el Papa Francisco, que “una reflexión teológica sólo es verdaderamente teología cristiana cuando investiga a fondo, no sólo los contenidos de la fe, sino también el mejor modo de comunicarlos a los hombres y mujeres coetáneas”. “Una teología aislada del todo que conforma la vida de la Iglesia —cuerpo de Cristo— es una ‘teología de escritorio’ privada de la fuerza misionera del Espíritu”, advirtió.
Castelao se remitió a Yves Congar, apuntando que “para que se dé una reforma sin cisma en la Iglesia es la primacía de la caridad y del sentido pastoral, es decir, del sentir con la Iglesia en el carácter sinfónico de todas las dimensiones de su vida”. Para el vicedecano de Comillas, parafraseando al reconocido teólogo dominico francés, “no se trata de hacer otra Iglesia, sino de que la Iglesia sea otra”.
De esta manera, la teología y las reformas que se ponen en marcha de su mano solo se pueden hacer “en contacto directo con la vida pastoral de las comunidades y no desde un laboratorio de ideas alejado de la realidad”.
Para ello, Castelao plantea la necesidad de añadir dosis de “paciencia”, “respeto a las dilaciones”, además de “renovar la Iglesia mediante el retorno al principio de la tradición”. “No se trata de introducir cambios de forma improvisada, aleatoria o caprichosa motivado únicamente por un deseo de adaptación mecánica, irreflexiva y superficial a los nuevos aires de un determinado tiempo”, defendió.
¿Fidelidad o traición?
En este punto, interpeló al auditorio del Colegio Mayor Mara que le escuchaba: “¿La reforma de Francisco se ajusta a las condiciones que Ives Congar estableció para poder hablar de una verdadera reforma en la Iglesia o estamos ante un papa que traiciona la fe de la Iglesia y que la polariza de una manera absolutamente negativa hasta el punto de llevarnos al borde de un cisma?
“Yo sólo puedo decirles que, personalmente, lo tengo bastante claro. Y es que ante el peligro de polarización en la Iglesia creo que debemos reafirmar y asentar bien, como mínimo, las polaridades que acabo de exponer, de forma que, profundizando en ellas, podamos redescubrir su vitalidad interna y encontrar nuevos equilibrios”, respondió Castelaó. Y sentenció a continuación: “En esto está, a mi modo de ver, la reforma del papa Francisco”.
