La Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR) culminó un itinerario operativo y formativo, que comenzó el 2 y ha terminado este 11 de junio en Lima (Perú). Primero con su junta directiva, encuentro de presidentes y secretarios de las conferencias nacionales, asentadas en 19 países del continente.
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Seguido de un encuentro de secretarios generales y comunicadores sociales para trazar estrategias en este ámbito que permitan seguir ahondando en el anuncio de sus labores y generar códigos para entrarle a la comunicación en crisis y prevención de los abusos de todo tipo.
En su mensaje final, han reseñado sentirse interpelados por “los caídos al costado del camino, víctimas de los mecanismos de un sistema que excluye; a cuidar de tantos vulnerados y a apostar fuertemente por iniciativas y procesos de defensa de los derechos humanos y de reconstrucción del tejido social”.
La realidad de América Latina y el Caribe los ha impulsado a seguir primereando en la escucha como discípulos y discípulas misioneras de Jesús al servicio y percibir “el resplandor del Resucitado en situaciones en que tantas hermanas y hermanos entregan vida, experticia y corazón en el servicio a los migrantes”
También han encomiado el trabajo de religiosos “en organizaciones defensoras del Planeta; en la mayor conciencia de la dignidad de la mujer y la valoración de las culturas originarias; en políticos comprometidos con el bien común”
“Se alumbra nuevamente nuestra noche con el testimonio de mujeres y varones que siembran su vida hasta el final por el Reino de Dios, gente del Espíritu como nuestro hermano Víctor Codina, de quien hemos hecho memoria agradecida especialmente en este encuentro”, apuntaron.
Conversiones en marcha
Siguen apostando a su horizonte inspirador ‘Mujeres del alba’ con la que “volvimos a encontrar la losa removida, y el encuentro con el Crucificado Resucitado renovó nuestra certeza del camino que la Ruah Divina nos mostró en el proceso de discernimiento y construcción del Horizonte Inspirador”.
Todo ello implica asumir en sus prácticas cotidianas el ejercicio de una conversión en la dimensión económica de modo que “caminemos hacia un manejo cada vez más adulto, transparente, corresponsable y solidario de nuestros bienes. Frente al consumismo, el paradigma tecnocrático y la cultura del descarte, queremos asumir el clamor de la tierra y de los pobres como criterio para construir una economía al servicio de la misión”.
Por supuesto, afianzaron su compromiso “la formación en la pastoral de la prevención, el cuidado y la protección ante abusos de poder, sexuales, de conciencia, espirituales y económicos cometidos dentro de las comunidades eclesiales, incluidas las de Vida Religiosa” como de “empeñarnos en los procesos de reparación integral de las víctimas”.
Comunicación que inspire
Un encuentro de secretarios generales y comunicadores marcó la agenda de los últimos días. Al respecto, Daniela Cannavina, secretaria general de la CLAR, ha indicado que buscan “favorecer modos comunicación que animen a la comunión e inspiren un trabajo conjunto que trasvase nuestras propias fronteras. Sentirnos ‘cuerpo’ es el gran desafío en esta hora histórica”.
Una labor que para “secretarias/os y sus comunicadores es sumamente relevante. Pasa por nuestras manos la vida emergente y la posibilidad de que muchas hermanas y hermanos se sientan animadas/os. No es una tarea unipersonal, sino siempre tejida con otros en respuesta a quienes forman nuestro mapa Continental de servicio”.
La sinodalidad establece la pauta en este aspecto, porque “buscamos modos de tejer redes y animar el camino abierto”, por ende, “las Mujeres del Alba, tras el encuentro con Jesús Resucitado, fueron portadoras de un mensaje y promotoras de un anuncio que lejos de guardarlo en las alforjas de sus saberes y experiencias vitales, promovieron a voces. Este es el filón que anima nuestra tarea: recibir y entregar y por cierto, nada retener”.
Foto: CLAR
