Ha explotado la bomba de los abusos en las Misiones Extranjeras de París, una entidad que está ahora en el punto de mira de tres investigaciones, una de ellas contras Georges Colomb, obispo de La Rochelle desde 2016, que fue superior general de las misiones de 2010 a 2016. Junto a él otros sacerdotes han recibido denuncias de violencia sexual y de encubrimiento.
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En esta conocida Sociedad de Vida Apostólica, según denuncian las víctimas, se habrían producido abusos incluso en su sede, donde se venera la Medalla Milagrosa, según desvelan en una amplia investigación en la que han colaborado los tres medios de comunicación católicos franceses más importantes: La Croix, Famille chrétienne y La Vie. La sede de los misioneros recibía sacerdotes estudiantes extranjeros y obispos que visitaban París.
El investigado más notable es el obispo Colomb, que fue misionero en China, y contra quien un entonces joven estudiante denuncia que le obligaba a darle masajes sexuales. “La posición jerárquica del padre Colomb, su condición de sacerdote, todo eso era totalmente incompatible para mí con intenciones deshonestas”, relata a La Croix. “Estoy tumbado en la cama, sumido en una terrible confusión e incomodidad, forzado y obligado a sentir sus rápidas manos deslizándose por toda mi espalda, cuando, en un gesto brutal, me quita los pantalones con ambas manos, agarrando mi cinturón con gran violencia”, añade antes en detrás en detalles más explícitos. Además, denuncia que el entonces superior general “saqueó” su habitación y le presionaba de otras maneras lo que le provocó un “profundo trauma”.
Colomb ha negado las acusaciones. “Niego enérgicamente haber ofrecido, y mucho menos dado, masajes a este señor o haber intentado agredirle sexualmente o de cualquier otro modo”, señaló a La Croix. El obispo ha expresado su “conmoción” por ser objeto de “tales acusaciones”.
Auditoría independiente
Como este testimonio otros han llegado a las Misiones Extranjeras de París y el pasado 11 de mayo se anunció una investigación encomendada a GCPS Consulting, una empresa británica independiente que ha hecho los informes de entidades como El Arca Internacional de Jean Vanier y el Movimiento de los Focolares. Y es que no solo hay un obispo en la diana de las acusaciones Gilles Reithinger, actual obispo auxiliar de Estrasburgo, también superior general de la sociedad de 2016 a 2021, y está acusado por uno de los sacerdotes de la institución como uno de los clérigos que le iniciaron en una vida sexual activa y secreta en el seno del clero, algo que el prelado niega y denuncia un “intento de manipulación”.
El sacerdote que acusa a Reithinger también tiene una denuncia de dos laicos por “violación” en la sede de las Misiones y en Japón donde ejerció su ministerio. También misionero en el país asiático fue el sacerdote Aymeric de Salvert, antiguo responsable de del centro vocacional –tras haber sido expulsado de su diócesis japonesa por mantener relaciones homosexuales–, y acusado de “violación con agravantes”. Las relaciones y presiones entre los superiores han hecho aflorar también un posible mecanismo de encubrimiento instaurando una cultura del secreto ya que ningún caso ha sido sometido a la justicia ni civil ni canónica.
Ahora en cambio ya han tres actuaciones, desde finales de mayo, de la fiscalía de París a raíz de un informe del actual gobierno de las Misiones. Y es que a parte de estas acusaciones los informes señalan que algunos testigos habían reconocido que Colomb mantenía “relaciones sexuales” con un hombre mayor de edad, lo que en su momento de comunicó al Nuncio, el arzobispo Luigi Ventura.
“Los fallos de unos pocos no significan un sistema. Tenemos que tener cuidado de no dejarnos llevar y estigmatizar a las víctimas, y dejar que los tribunales hagan su trabajo” ha declarado el actual superior general de las Misiones Extranjeras de París, Vincent Sénéchal. La investigación irá desde 1950 a 2023, tanto en Francia como en los países en los que están establecidos.
Colomb pide ser apartado
A última hora de este martes, 13 de junio, Georges Colomb ha comunicado su intención de pedir al Papa ser “apartado” de sus responsabilidades como obispo de La Rochelle y Saintes. Además, se ha comunicado que en breve se nombrará un administrador diocesano. Si bien reiteró que estaba “asombrado por estas acusaciones, que niego totalmente” y se mostró siapuestoa responder “a las autoridades judiciales en cuanto deseen saber de mí”.
“Soy consciente de que estas acusaciones os causarán graves problemas y sufrimientos a todos vosotros”, señaló en anterior superior de las Misiones Extranjeras en París en un mensaje a sus fieles en el que explica que “para poder preparar mi defensa y para que nuestra diócesis pueda seguir viviendo en comunión y dando testimonio de la Buena Nueva, he decidido pedir al Santo Padre que me ponga en suspenso mientras dure la investigación, permaneciendo como obispo de La Rochelle”, añade.