“Es mi deseo consagrarme a Dios y vivir en obsequio de Jesucristo”. Así se manifestaba el joven salmantino de 21 años Pablo Alonso Hidalgo mientras se preparaba para realizar su profesión religiosa el pasado domingo, 25 de junio. El candidato ingresó en el noviciado carmelita “in articulo mortis” el pasado 21 de junio ya que padece Sarcoma de Ewing desde hace seis años.
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Un milagro de Dios
En nuevo religioso que ha elegido el nombre de Pablo María de la Cruz ya forma parte de la comunidad de Carmelitas del Carmen de Abajo tras haber realizado este fugaz tiempo de preparación desde la habitación 615 del hospital clínico de Salamanca. Allí fue recibido por el prior provincial, Salvador Villota, en el noviciado en presencia de sus padres, el maestro de novicios Alejandro López-Lapuente y su director espiritual Desiderio García Martínez.
“Da igual de donde seamos, tenemos todos en común la misma madre” señalaba al programa radiofónico “Iglesia Noticia de Salamanca”. “La verdad es que está siendo una gracia de Dios”, señalaba al contar su experiencia tras 16 años con la enfermedad de Sarcoma de Ewing, “un cáncer que he ido arrastrando”. “Sentí la llamada de Dios a la vida consagrada, y me ha concedido este milagrazo, porque según los médicos, mi enfermedad ya no se considera curable y va más rápido de lo que pensaba”, relataba.