El cardenal Matteo Zuppi, enviado del papa Francisco a Ucrania y Rusia, ha podido compartir sus primeras impresiones con el pontífice, según ha asegurado en la presentación del último libro de Andrea Ricardi en Bolonia, ciudad de la que es arzobispo. El también presidente de la Conferencia Episcopal Italiana confirmó que sus gestiones en Rusia se han centrado en la vuelta de los niños ucranianos deportados.
Niños deportados
“Esperemos que se empiece por los más pequeños, que son los más frágiles”, señaló el cardenal que espera dar un informe más exhaustivo al Papa tras haber estado en Moscú y Kiev. Una visita que, según el comunicado oficial del Vaticano, busca “dar ulteriores pasos tanto en el plano humanitario como en la búsqueda de caminos para la paz”.
La invasión de Ucrania ha provocado, según las autoridades ucranianas, que unos 16.000 menores que hayan sido trasladados a zonas bajo control ruso, aunque aseguran que la cifra podría ser mucho mayor según recoge la agencia Efe. La visita de Zuppi a Moscú se produjo tres semanas después de que el purpurado se reuniera con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, quien le reiteró que no aceptará ningún cese de las hostilidades que no pase por la retirada rusa de sus territorio.
