El cardenal Angelo Becciu continúa negando cualquier responsabilidad en las irregularidades financieras que le han sentado ante el Tribunal de la Santa Sede. Y, aunque tal como informa EFE, la fiscalía le considera culpable, no será hasta la próxima semana que el que fue número dos de la Secretaría de Estado del Vaticano sabrá si se pedirá o no pena de cárcel contra él.
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“El Fiscal sigue contando hechos sobre mí que están totalmente alejados de la realidad, los cuales rechazo enérgicamente como rechazo cada una de las acusaciones”, aseguró Becciu en una declaración espontánea durante una audiencia del proceso, celebrada ayer, y que fue distribuida posteriormente a la prensa.
“Verdadero instigador”
Además, Becciu asegura que la fiscalía le ha atribuido competencias que “no tenía”, especialmente en lo referente a la compra fraudulenta de un edificio en Londres con fondos del Vaticano, la cual terminó generando un importante agujero económico a la Santa Sede, de entre 139 y 189 millones de euros, según la fiscalía.
Por su parte, el fiscal Alessando Diddi continúa convencido de que Becciu fue el “verdadero instigador” de distintas operaciones irregulares, que trató de ocultar al ordenar “cribar las cuentas de la Secretaría de Estado para protegerlas de controles”.
