El arzobispo de Santiago de Compostela, Francisco José Prieto, ha presidido este 25 de julio la celebración litúrgica de la Solemnidad del Apóstol Santiago, durante la cual se presentó la tradicional Ofrenda Nacional al Apóstol Santiago.
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Además, al inicio de la celebración, el nuncio en España, Bernardito Auza, impuso a Prieto el palio arzobispal, ya que el arzobispo de Santiago recibió el pasado 29 de junio este palio bendecido por el papa Francisco en la eucaristía celebrada en la Basílica de San Pedro.
Durante su homilía, Prieto afirmó que la aportación de los creyentes, y de la Iglesia en su conjunto, a la sociedad tiene que ser profética: “Hay una manera profética de estar en el mundo, opuesta por un lado al espiritualismo, y por otro al peligro de erigirnos en árbitros o jueces del mundo. Una dimensión profética realizada con verdad, con lenguaje atractivo y mirada amable, hasta con un sano sentido del humor y una inteligencia suficiente que sepa distinguir lo importante de lo secundario”.
En este sentido, el arzobispo señaló que es necesario ser testigos al servicio de una vida más humanizada, entendida como don de Dios y como tarea humana, “promotores de una cultura de la vida digna del hombre y de todo hombre”.
JMJ y elecciones generales
El prelado compostelano encomendó, en sus palabras, a los jóvenes que ya están preparados para peregrinar a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que se celebrará en Lisboa del 1 al 6 de agosto, para que “sean testimonios Cristo”. De hecho, el arzobispo de Santiago participará en la JMJ junto a otros 70 obispos españoles, que además serán los encargados de dinamizar las 25 catequesis de habla hispana por día.
Por último, y haciendo referencia a las elecciones generales del pasado domingo, Prieto pidió por aquellos que “fueron elegidos” para que “dediquen sus mejores esfuerzos a las exigencias del bien común y al empeño por construir una sociedad en paz, cimentada en la verdad, la justicia y la libertad, donde servir sea siempre el horizonte de la responsabilidad política, por encima de las legítimas diferencias políticas”.