Con una reunión en la Nunciatura Apostólica en Lima han comenzado su investigación en nombre del Vaticano el arzobispo Charles Scicluna y Jordi Bertomeu. Los delegados han escuchado los primeros testimonios de abusos producidos dentro de la asociación laical Sodalicio de Vida Cristiana.
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Cazadores de monstruos
En esta primera jornada, la del 25 de julio, los auditores han realizado interrogatorios a portavoces oficiales del Sodalicio, a víctimas y algunos de los periodistas que han destapado distintos casos de abusos y de malversación de fondos –unos 1.000 millones de dólares– dentro de la entidad religiosa, según ha publicado la agencia AP. No es la primera vez que el arzobispo de Malta, Charles Scicluna, y el sacerdote español Jordi Bertomeu, oficial de la sección disciplinar de la Congregación para la Doctrina de la Fe, se enfrentan a una investigación así ya que en 2018 fueron enviados a estudiar la situación de los abusos dentro de la Iglesia chilena.
“Scicluna y Bertomeu son los Van Helsing de los pederastas dentro de la Iglesia católica, son cazadores de monstruos”, ha señalado el periodista peruano especialidad en el Sodalicio Pedro Salinas a la agencia estadounidense. Salinas fue uno de los que ha colaborado en esta investigación ya que sufrió abusos físicos, psicológicos y un incidente de connotaciones sexuales cuando era adolescente –hoy tiene 60 años–. Para él, esta investigación “es como la última carta, la bala de plata, para ver si esta institución (Sodalicio) continúa existiendo o la disuelven”.
Ante esta investigación, desde el Sodalicio confirmaron que “han sido citados a dichas reuniones con los enviados del Santo Padre”, como se ha visto este martes en la Nunciatuta. Además, han señalado en un comunicado que “participarán y colaborarán en todos los requerimientos que sean solicitados”.