La iglesia de São Domingos, en Lisboa, ha acogido este miércoles un encuentro donde los jóvenes han podido experimentar la sinodalidad, en una iniciativa que reúne a los hermanos de la Comunidad Ecuménica de Taizé y a todos los jóvenes que quieren vivir “el espíritu sinodal”.
- PODCAST: El fenómeno Hakuna (desde dentro)
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
La invitación la hizo la hermana Nathalie Becquart, subsecretaria del Sínodo de los Obispos, asegurando que había un “equipo sinodal disponible para recibir a todos”. Del mismo modo, Becquart subrayó que la Jornada Mundial de la Juventud, con la participación de tantos voluntarios, “no sería posible sin la experiencia del Sínodo”.
“Los jóvenes quieren participar en el sínodo. No estaríamos aquí en Lisboa, donde encontramos tantos jóvenes y voluntarios, sin la experiencia del sínodo. Los jóvenes necesitan compañía para caminar, necesitan guías, pero en un camino conjunto con sacerdotes, obispos, laicos”, dijo Becquart durante la presentación en el Centro de Prensa de Lisboa.
Taizé, experiencia sinodal
“Los jóvenes no usan la palabra sinodalidad pero sueñan con una Iglesia abierta, una Iglesia de todos, una Iglesia que sea el cuerpo de Cristo, sueñan con una Iglesia que cambie el mundo y transforme el mundo en un lugar de esperanza”, añadió.
Por su parte, el hermano Alois, prior de la Comunidad Ecuménica de Taizé, subrayó que lo importante son las palabras “juntos”. “Juntos es la palabra que compartimos en Taizé. Hay una dimensión profundamente ecuménica en el sínodo”, indicó.
De esta manera, invitó a todos a participar en una iniciativa ecuménica durante el fin de semana que dará inicio a la Asamblea sinodal en octubre, con el objetivo de caminar hasta la Plaza de San Pedro, reuniendo “a todos los que siguen el sínodo y lo apoyaron”.