Continúan las reacciones de diversos sectores eclesiales de Ecuador tras el asesinato de Fernando Villavicencio, candidato presidencial, a manos sicarios la tarde de este 9 de agosto en Quito.
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Esta vez, la Asociación de comunicadores católicos de Signis y el Servicio Jesuita a Refugiados expresaron su indignación por lamentable crimen e invitan a los ecuatorianos a buscar los caminos de la paz.
Construir caminos de paz
Los comunicadores de Signis “como personas de fe, comunicadoras y comunicadores cristianos de Ecuador, condenamos enérgicamente los hechos violentos a los que asiste nuestro país en su diario convivir”.
Una muestra palpable del “más palpable del dolor que sufre la gente más empobrecida” – señalan – fue el asesinato de Villavicencio, puesto que “su muerte expresa la angustia e impotencia de madres, padres y abuelas al perder a sus hijos en manos de criminales”.
Es que para Signis los altos niveles de delincuencia, sicariato y amedrentamiento a periodistas y personajes públicos en el país “son indignantes y deben ser investigados y procesados por las autoridades encargadas para que se aplique todo el rigor de la ley a los autores materiales e intelectuales”.
Acotan que una de las provincias más golpeadas por la violencia criminal es Esmeraldas “cuna donde la tristeza, la pobreza y la violencia conviven en perfecta armonía sin que el país entero regrese su mirada a una población históricamente olvidada”.
Por ello, es fundamental “seguir construyendo caminos de paz, de diálogo y fraternidad, donde se fomenten valores universales como la tolerancia, el pluralismo, el respeto de los derechos fundamentales, la libertad y el diálogo para construir sociedades más democráticas y justas”.
Respeto a las diferencias
El Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) lamentó el asesinato de Fernando Villavicencio toda vez que han expresado su cercanía a familiares, amigos y a sus seguidores.
Indicaron que “ningún acto de violencia que acabe con la vida de una persona es aceptable”, porque “en una sociedad diversa e intercultural como la ecuatoriana” el respeto a las diferencias y las soluciones pacíficas a los conflictos debe ser “la forma como se tienen que construir soluciones”.
Asimismo consideran que “la injusticia, la pobreza, la riqueza mal habilidad, los odios y los sentimientos de venganza generan relaciones que siembran diferentes tipos de violencia”.
Invitan a centrar su mirada en la fraternidad, en especial, tanto con los migrantes que llegan al país como con los ecuatorianos, que también enfrentan altas dosis de vulnerabilidad, xenofobia, discriminación y persecución.
Justamente, tras el asesinato del candidato, algunos sectores políticos achacan el problema de violencia a la migración, por eso, “pedimos a los candidatos presidenciales actuar con responsabilidad a la hora de atribuir los problemas de seguridad a la migración” y han recordado que “todas las personas somos migrantes”.