Este 15 de agosto ha sido difícil volver a la normalidad en Hawai tras los incendios forestales que han afectado a la isla Maui y, en menor medida, a la principal del archipiélago. Sin embargo, los daños que se han contabilizado en las comunidades católicas son muy reducidos. El templo más cercano a las llamas ha sido el de Maria Lanakila –“Nuestra Señora de la Victoria” en español– de Lahaina y el cercano colegio parroquial Sacred Hearts School de la diócesis de Honolulú. Aunque el viento se llevó el pasado 7 de agosto parte del tejado, los edificios no han sido pasto de las llamas como recoge un reportaje de CNS publicado por America Magazine.
Para Robert Ni Ni, vicario parroquial de Maria Lanakila, ha sido un auténtico “milagro” que el templo se haya mantenido en pie porque incluso entre los vecinos se había dado el incendio como un hecho ya que una importante zona comercial del entorno. Las comunicaciones con la diócesis se han complicado ya que la red de telefonía se ha caído completamente. También están a salvo los religiosos y religiosas de Misioneros de la Fe encargados de esta y otras parroquias del entorno. De entre los laicos colaboradores y profesores del colegio, algunos han perdido sus casas.
“Lo que necesitamos es rezar por los que han perdido sus casas y negocios, rezar por nuestros bomberos y primeros intervinientes y por la policía, y por todos aquellos que están intentando proteger a la comunidad, rezar por nuestras agencias de servicios sociales que se están preparando para ayudar a los más necesitados en estos momentos de crisis y prueba”, señaló el obispo de Honolulú, Larry Silva, tras convocar un rosario virtual a su vuelta de la JMJ de Lisboa. “Pedimos al Señor que apague esos fuegos inmediatamente, para que no sigan causando daños, para que sean un recuerdo del pasado y podamos empezar el trabajo de recuperación y reconstrucción”, señaló tras la oración. Llega ahora el momento de la reconstrucción de esta y otras tantas comunidades locales.
