Los mosaicos de Marko Ivan Rupnik, acusado de abusos sexuales entre 1980 y 2000 por 20 mujeres, de las cuales 9 serían religiosas, ya no completarán las cuatro fachadas principales del Santuario Nacional de Nuestra Señora de Aparecida, Brasil. Desde el principal templo del país responden a las dudas surgidas en torno a este imponente proyecto después de que salieran a la luz las acusaciones.
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Paralización total
Rupnik ha sido expulsado permanentemente de la Compañía de Jesús el pasado 14 de junio tras no cumplir las sanciones que se le han impuesto por el delegado para las Casas y Obras Romanas Internacionales de la Compañía de Jesús, Johan Verschueren: Tras producirse esta decisión el santuario ha decidido interrumpir su colaboración con el Centro Aletti ya que el estilo de los mosaicos está muy personalmente vincula a Rupnik, según ha informado la radio brasileña Itatiaia.
En 2019 comenzaron a instalarse en las fachadas de las Basílica de Aparecida, por parte del Centro Aletti. En las fachadas se había proyectado un «Viaje Bíblico» con mosaicos que representan 110 escenas del Antiguo y el Nuevo Testamento que sirvieran a los peregrinos como una auténtica «Biblia al aire libre». En Brasil han reflexionado en los últimos meses las posibles medidas de esta obra inacabada y han actuado solo después del veredicto de los jesuitas. Desde el pasado mes de febrero no se habían producido avances en las obras. De momento se descarta la retirada de los mosaicos ya instalados.