El presidente ruandés, Paul Kagamé, ha calificado de “horribles” ciertas peregrinaciones a las que acuden miles de personas. Un comentario desafortunado que se produjo el pasado 23 de agosto, pocos días después de que se organizara una peregrinación a Kibeho que reunió a más de 20.000 católicos. Es esta población se produjeron las apariciones marianas reconocidas por la Iglesia el 29 de junio de 2001.
A la cárcel
Kagamé, presidente del país desde hace 23 años, hizo esta afirmación ante un grupo de jóvenes. “Si vuelvo a oír hablar de esto, de que la gente ha viajado para rendir culto a la pobreza, traeré camiones para recogerlos y meterlos en la cárcel, y sólo los liberaré cuando dejen de tener esta mentalidad de pobreza”, señaló durante una conferencia. Para los medios de comunicación eran una crítica a las primeras apariciones marianas reconocidas por la Iglesia en África según recoge el periódico La Croix. Unas apariciones que sucedieron entre 1981 y 1983 siendo los videntes tres alumnos de una escuela secundaria a quienes la Virgen María llamó a la conversión y a ofrecer el propio sufrimiento tras profetizar la crudelísima guerra en Ruanda.
La polémica fue tan fuerte que al día siguiente, una portavoz del gobierno, Yolande Makolo, aseguró a AFP que “en su discurso en el evento juvenil, el presidente Kagamé no mencionó en ningún momento un lugar de peregrinación específico, y desde luego no Kibeho”. “Lo más probable es que se refiriera a una peregrinación informal en el distrito de Rutsiro” porque, explicó, quería “animar a los jóvenes ruandeses a ser ambiciosos y a trabajar duro, en lugar de dejarse influir por rituales de culto”.