El comienzo de un nuevo curso escolar es fuente de promesas, pero a veces va acompañado de aprensión. Los niños, los jóvenes, los padres y los profesores pueden confiar este nuevo año escolar a los santos para que les ayuden a afrontar los momentos difíciles y a alegrarse con las buenas noticias. Hay muchos santos que pueden acompañar a niños, padres y profesores durante todo el año. He aquí una pequeña selección de santos que tienen todos relación con los estudios y la educación, y que pueden apoyar a quienes les rezan.
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Para niños y jóvenes
Teresa de Lisieux (1873-1897)
Los niños se reconocerán en esta niña sensible que tenía dificultades para hacer amigos. A los 14 años, fortalecida por su confianza en Dios, optó por superar sus miedos y hacer pequeños gestos de amor cada día. Los niños pueden confiar en ella para que interceda ante Dios y les ayude a superar sus dificultades.
Carlo Acutis (1991-2006)
Carlo Acutis es un joven corriente de nuestro tiempo, pero ha vivido toda su vida plenamente con Dios y ha desarrollado sus talentos, en particular en la informática. Encomendándose a su intercesión, los niños y los jóvenes pueden pedirle que les ayude a desarrollar su talento y les enseñe a compartirlo.
José de Cupertino (1603-1663), patrón de los estudiantes
A los 17 años, José de Cupertino quiso ingresar en los franciscanos, pero tenía grandes dificultades para leer y escribir. Durante el examen de ingreso, el jurado eligió el único pasaje de la Biblia que el joven conocía. Fue admitido y se hizo sacerdote un año después. Rezar por la intercesión de José de Cupertino puede ser de gran ayuda cuando te sientas impotente ante un nuevo año o un examen.
Tomás de Aquino (1225-1274), patrón de escuelas y universidades
Tomás de Aquino estudió teología en la Universidad de París. En su obra, trató de conciliar la herencia del pensamiento antiguo con la teología cristiana. Los estudiantes pueden rezar por su intercesión en vísperas del inicio del nuevo curso académico, o durante un periodo de revisión.
Para profesores y educadores
Catalina de Alejandría (292-312), patrona de la ciencia, los estudiantes y los profesores
Catalina vivió en Alejandría durante el reinado de Maximino II. Gracias a sus dotes de elocuencia, ganó un debate contra cincuenta adversarios que intentaban convencerla de la estupidez del cristianismo. En aquella época, los cristianos eran perseguidos y Catalina fue martirizada, a pesar de haber vencido. Por su intercesión, profesores y alumnos pueden pedir fuerza y valor para mantenerse firmes en tiempos difíciles.
Juan Bosco (1815-1888), patrono de los maestros y aprendices
Hijo de campesinos piamonteses pobres, Juan Bosco se hizo sacerdote. Creó un centro de ocio, un oratorio, un centro de acogida y talleres para los jóvenes obreros de Turín, abandonados a su suerte. Juan Bosco inventó una educación basada en la dulzura, la confianza y el amor. Por su intercesión, los profesores y educadores pueden pedir paciencia y confianza en su misión con los alumnos.
Juan Bautista de La Salle (1651-1719), fundador de las Escuelas Cristianas
Nacido en Reims, Juan Bautista de La Salle creó escuelas gratuitas para niñas y, más tarde, para niños. Para educarlos, fundó una congregación: los Hermanos de las Escuelas Cristianas. Inventa un nuevo método de enseñanza: a partir de entonces, la lectura se enseña en francés y no en latín. Los profesores pueden recurrir a él para ser cada vez más pedagógicos y creativos en su enseñanza.
Para los padres
Ana (siglo I), madre de María
En la iconografía, santa Ana aparece a menudo enseñando a su hija a leer la Biblia. Es ella quien enseña a María a rezar y a poner su fe en Dios.
José (siglo I), patrón de los padres de familia
Esposo de María, es el padre adoptivo y maestro de Jesús. Celebrando las Vísperas de San José el 18 de marzo de 2009, el papa Francisco recordó que “ser padre es ante todo ser servidor de la vida y del crecimiento”.
Zélie y Louis Martin (siglo XIX), padres de Teresa de Lisieux
Para la madre y el padre de Teresa de Lisieux, Dios era siempre lo primero a lo que había que servir. Teresa y sus hermanas quedaron profundamente marcadas por la profunda fe de sus padres. Al comienzo de este año, los padres pueden confiar el crecimiento de su vida espiritual y la de sus hijos a Zélie y Louis Martin.
*Artículo original publicado en La Croix, ‘partner’ en francés de Vida Nueva