El cardenal Kurt Koch ha admitido que él y sus colegas reaccionaron con demasiada vacilación en el caso de un sacerdote que cometió abusos en la diócesis de Basilea según ha recogido Cath.ch. El purpurado ha pedido disculpas a la vez que ha aclarado que “su actuación no pretendía ocultar nada”.
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Perdón a las víctimas
El actual presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos cuando era obispo de Basilea no denunció denunciado los abusos perpetrados por un sacerdote según se ha conocido tras una investigación. El caso sí que fue sometido a una investigación interna. Ahora el cardenal reconoce que el procedimiento “no funcionó satisfactoriamente” ya que fue “un error no haber tomado las medidas previstas”. “Lo lamento sobre todo por las víctimas” señaló a SonntagsBlick.
Estos hechos han salido a la luz tras un estudio sobre la historia de los abusos sexuales en la Iglesia católica de la Universidad de Zúrich por encargo de la Conferencia Episcopal Suiza, la Conferencia de Uniones de Órdenes y Otras Comunidades de Vida Consagrada y la Conferencia Central Católica Romana de Suiza. Este sacerdote abusador habría nacido en 1954 y besado a un niño 9 años y obligado a desnudarse a otros menores durante algunas excursiones. Tampoco el sucesor de Koch al frente de la diócesis, Felix Gmür, denunció al cura a pesar de conocer los hechos. El abusador, fallecido en 2019, habría vuelto a agredir a jóvenes en varias ocasiones durante los años siguientes según las denuncias que llegaron a la diócesis de Basilea en 2002 y en 2005 –aunque tampoco en esta ocasión se trasladaron las denuncias a la fiscalía–.
