El cardenal arzobispo de Kinshasa (República Democrática del Congo), Fridolin Ambongo Besungu, alertó hoy a los participantes en el Sínodo de la Sinodalidad de que “el Maligno quiere vernos divididos, incluso podría utilizar a algunos de nosotros para su causa”.
- PODCAST: El sindiós de la guerra
- Regístrate en el boletín gratuito y recibe un avance de los contenidos
Con esta contundencia se manifestó el franciscano capuchino durante la homilía en la misa que presidió en la basílica de San Pedro ante los padres y las madres sinodales. “Si tenemos el coraje de mirar nuestra realidad actual como Iglesia, no será difícil ver cómo el Maligno está actuando, influyendo en nuestra manera de ser y actuar”, relató el purpurado congoleño. A la vez lanzó cómo cortar de raíz con esta dinámica: “Por eso debemos luchar con valentía contra el Maligno, utilizando las armas de la sinodalidad”.
Nuevo Pentecostés
Ambongo partió de la lectura del Evangelio del día en la que Jesús explica cómo expulsa los demonios. Llevado al contexto sinodal, el cardenal reclamó a los presentes “unidad, caminar juntos, discernimiento orante, escucharse unos a otros y lo que el Espíritu tiene que decir a la Iglesia”.
“Estamos llamados a combatir a este poderoso adversario con un arma igualmente poderosa a nuestra disposición: el Espíritu Santo, protagonista de esta nueva forma de ser Iglesia: la Iglesia sinodal”, enfatizó. A partir de ahí, no dudó en presentar el Sínodo como un “nuevo Pentecostés” que renovará la Iglesia para conformar “una sola familia”. Así, animó a los católicos a pasar “del sueño a la realidad, de las palabras a la vida concreta”.