“La alegría es el termómetro que mide la calidez de nuestro anuncio de Jesús”. Así lo ha expresado esta mañana el papa Francisco durante la audiencia general de los miércoles. En su ciclo de catequesis sobre el celo apostólico hoy ha compartido el testimonio de san Carlos de Foucauld que, “como ‘hermano universal’ acogía a todos, estrechando lazos de amistad y reflejando la bondad de Jesús con gestos sencillos, gestos que transmitían paz y alegría a cuantos se encontraban con él”.
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En este sentido ha animado todos a mostrarse bondadosos con los prójimos, pues “la bondad es simple y requiere que seamos personas sencillas que no tengan miedo de regalar una sonrisa”.
El Pontífice ha comenzado su alocución recordando que “Carlos de Foucauld vivió una juventud alejada de Dios, hasta que conoció a Jesús de Nazaret”. Entonces, “experimentando una profunda conversión, pasó de ser atraído por Jesús al deseo de imitarlo, sintiéndose su ‘hermano pequeño'”, ha añadido.
Según ha señalado Francisco, “el hermano Carlos nos recuerda así que el primer paso para evangelizar es tener a Jesús en el centro del corazón, es ‘perder la cabeza’ por Él. Si esto no sucede, difícilmente podremos demostrarlo con nuestra vidas. En cambio, corremos el riesgo de hablar de nosotros mismos, de nuestro grupo, de una moral o, peor aún, de unas normas, pero no de Jesús, de su amor, de su misericordia”. Y ha continuado: “Preguntémonos entonces: ¿tengo a Jesús en el centro de mi corazón?, ¿he perdido un poco la cabeza por Él?”.
Como reconoce el Papa, “Carlos de Foucauld dedicaba mucho tiempo a meditar el Evangelio, pero esto no lo hacía encerrarse en sí mismo, al contrario, lo impulsaba a anunciarlo a los demás. Para él, la vida eucarística era el punto de partida para la misión, por eso rezaba durante horas ante el sagrario, y allí encontraba la fuerza evangelizadora para ir al encuentro de las personas que no conocían a Jesús”.
Recuerdo a Juan Pablo II
En su saludo a los peregrinos en lengua española, el Pontífice ha recordado que este domingo se celebra la Jornada Mundial de las Misiones: “Pidamos al Señor que nos ayude a anunciar la Buena Nueva con alegría y sencillez de corazón, al estilo de san Carlos de Foucauld”.
Por otro lado, en su saludo a los peregrinos polacos ha querido recordar a Juan Pablo II, pues este lunes se cumplía el 45° aniversario de la elección de Karol Wojtyla como Papa. “Durante su pontificado resonó con gran fuerza el llamamiento a abrir las puertas a Cristo. Esto dio frutos tanto en conversiones personales como en cambios sociales en muchos países hasta entonces cerrados a Cristo”, ha destacado para luego rematar: “Siguiendo el ejemplo de este santo Papa, continuad la obra de nueva evangelización iniciada por él”.
En la ronda de saludos pudo encontrarse con el cardenal arzobispo de Rabat, Cristóbal López Romero, quien ha presidido la delegación del Instituto Teológico Ecuménico Al Mowafaqa que cumple diez años siendo el único centro formativo de estas características en el mundo.
