El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, ha iniciado una visita pastoral a Jerusalén tras la explosión en el hospital anglicano Al-Ahli de Gaza y con el objetivo, tal como relata la web de su arzobispado, de “ofrecer solidaridad a la iglesia anglicana local, y en particular al arzobispo anglicano en Jerusalén, el reverendísimo Hosam Naoum”.
Durante su visita, el arzobispo se reunirá con otros líderes cristianos en Jerusalén, que le mostrarán algunos ejemplos de servicio práctico ofrecido por los cristianos a sus comunidades más amplias.
Asimismo, el Arzobispo espera reunirse con algunos líderes religiosos judíos y “renovar un llamamiento para la liberación de los rehenes, además de ofrecer solidaridad y condolencias a las víctimas israelíes de los ataques terroristas de Hamás”.
Desde las atrocidades del 7 de octubre en Israel, el arzobispo ha condenado repetidamente los ataques terroristas de Hamás. También ha expresado su grave preocupación por la pérdida de vidas en Gaza, ha pedido que la ayuda llegue a su población civil y que se respete el derecho internacional humanitario. Ha instado a los cristianos de todo el mundo a orar por la Iglesia en Tierra Santa y por todas las personas inocentes atrapadas en la guerra.
“La violencia no garantiza el futuro”
“Los malvados y atroces ataques terroristas de Hamás contra el pueblo de Israel fueron crímenes contra Dios y la humanidad. Israel tiene el derecho y el deber legítimos de defenderse y de buscar una respuesta proporcionada y discriminada para establecer su seguridad. Las reglas de la guerra existen para salvaguardar a los civiles y el valor de cada vida humana”, decía ayer el arzobispo. “Deben mantenerse en el mayor grado posible en medio del caos del conflicto; de lo contrario, el ciclo de violencia continuará durante las generaciones venideras”.
“La campaña de bombardeos de Israel en la densamente poblada Franja de Gaza está causando sufrimiento y víctimas civiles masivas. El pueblo de Gaza se está quedando sin agua, alimentos, suministros médicos y lugares de refugio”, continuaba Welby. “Las familias en Israel y en todo el mundo todavía esperan noticias de sus seres queridos. Es inadmisible que se impida que la ayuda llegue a niños y adultos que no son combatientes en esta guerra. Es indefendible que hospitales, escuelas y campos de refugiados estén siendo atacados. Es indignante que Hamás mantenga rehenes. Deben cesar el derramamiento de sangre, las matanzas y el sufrimiento de personas inocentes en todos los bandos”.
“Lo que sabemos con certeza es que esta violencia no garantizará al pueblo de Tierra Santa el futuro que merece. En el nombre de Jesucristo, insto a seguir un camino diferente, uno que salve vidas inocentes y busque la justicia, la seguridad y la paz duradera para todos”, añadía.