El cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, comunicó que recibió del Santo Padre la autorización para promulgar el decreto sobre el milagro atribuido a la intercesión de la beata María Antonia de San José, Mama Antula.
Antonia de Paz y Figueroa nació en la provincia de Santiago del Estero, en 1730. Hija una familia acomodada, se aventuró a caminar el entonces virreinato del Perú, invitando a los ejercicios espirituales ignacianos. Fue la mano derecha de los miembros de la Orden de San Ignacio, antes de su expulsión, en la tarea de misión y servicio hacia las personas de escasos recursos, con grandes necesidades.
A su llegada a Buenos Aires, fundó la Santa Casa de Ejercicios, y comenzó a organizar la congregación de las Hijas del Divino Salvador, con tareas de asistencia y educación que se extiende hasta estos días.
“Mujer entera, firme, fuerte, de fe”
Santiago Olivera, obispo castrense y delegado episcopal para las Causas de los Santos de la Conferencia Episcopal Argentina, en declaraciones a AICA, manifestó que esta noticia es una gracia especial para la Patria, que pasa con tanto dolor y confusión: “Sale en este tiempo, esta mujer que se convierte, sin duda, en un faro como todos los santos, en una luz en el camino que nos lleva a transitar los caminos de Jesús”.
Rescató la figura de la futura santa: “se trata de una mujer entera, firme, fuerte, de fe, comprometida con su tiempo”. Agregó que fue una mujer absolutamente de Dios que supo de luchas y esfuerzos, de una vida en caridad, que trabajó para continuar con los ejercicios espirituales y facilitar el encuentro de las personas con Jesús para transformar sus vidas.
Agregó que asumió las dificultades que le exigían plasmar el deseo de los ejercicios y la construcción del legado pastoral de Mama Antula en el Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios. Olivera afirmó que esta mujer, “la primera santa argentina, nos vuelve a recordar que la santidad es posible y que todos estamos llamados a ella“.
Finalmente, el obispo castrense agradeció a quienes trabajaron con perseverancia y tesón en esta causa, especialmente a Silvia Correale, quien anima esta tarea en varias causas de canonización que se tramitan en el país.
Según fuentes informativas, la canonización se realizaría, a principios del año próximo, en la Plaza de San Pedro.