Vuelve la pesadilla a la Amazonía boliviana por causa de los incendios registrados en los departamentos de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba y Beni en la última semana de octubre.
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La región más afectada: Beni, departamento del centro norte del país, donde las llamas han devorado más de un millón de hectáreas.
Gladis Montesinos Sollo, religiosa carmelita, quien trabaja en una misión del territorio indígena tsimane del sector Yacuma, en el municipio de San Borja (Beni), denunció que “en este momento, nuestros hermanos indígenas en la Amazonía sufren de manera cruel, ahora más con las quemas y los incendios forestales, y están solos”.
“La voz de nuestros hermanos indígenas clama por justicia, respeto y reconocimiento legal a su territorio para seguir existiendo con su forma de vida, quieren vivir en paz como custodios de la Casa Común”, señaló.
Toda vez que ha pedido a las autoridades: “No los dejemos solos por favor” y con una frase del fundador de su congregación, Francisco Palau, ha dicho: “Mírale en este cuerpo que es su Iglesia, llagado y crucificado, indigente, perseguido, despreciado y burlado. Y bajo esta consideración, ofrécete a cuidarle y prestarle aquellos servicios que estén en tu mano”,
Drama de los tsimanes
La carmelita también ha comentado que “en el sector de Yacuma, donde están los indígenas tsimanes, se ha quemado todo su monte. Es increíble ver que lo que antes era verde, ahora es ceniza”.
Lamentó que “nuestros hermanos indígenas tsimanes lo han perdido todo; pese a estar en una situación crítica de despojo de su territorio, encima les viene esta pérdida”. Es que esta comunidad “vive del bosque, ese es su mercadito, sus ríos están secos, pescado no hay, su jatata ya no hay, medicina tradicional no hay, ¿qué van a comer? Ellos han intentado salvar sus casitas, pero de algunos se ha quemado”.
Una crónica de tristeza para le religiosa, que relata que “cuando estuve con ellos, pasé por el fuego y la ceniza caliente. Un calor y humo insoportables dentro del monte, los animales salían gritando, los árboles inmensos caían, parecía trueno, era terrible”.
Tsimanes por todo su territorio intentando de apaciguar las llamas, pero “ no tenían herramientas, aún sigue ardiendo en diversas comunidades. Lo que duele también es que ellos no han chaqueado (práctica ancestral de encender fuego para ampliar zonas de cultivo)”.
La hermana defiende a los tsimanes, porque “sabían del peligro que corrían en tiempo de sequía y con las altas temperaturas. Pero quienes prendieron fuego fueron los asentamientos vecinos que chaquearon sin medir sus consecuencias”.
“Nos han prometido ayuda [el Gobierno], hemos gestionado, pero todavía no hay respuesta de nadie. Hemos visto en las noticias que por este sector se hacen bloqueos para reclamos, pero los indígenas de este sector no cuentan en esos reclamos para ayuda”, lamentó Montesinos .
Llamado a la acción
Según informes de la conferencia de obispos, las comunidades que siguen sufriendo incendios son: Palmira, Jatatal, Tacuaral de aguas negras, 10 de Junio, Bajo tacuaral, palmito, Tuvij Tumsi, Río grande, 10 de Octubre, San Gabriel, San Antonio, Agua salada, San Julián, Flor de Mapajo.
Informaron que las necesidades básicas por ahora son de víveres, agua y tanques de agua, atención médica, medicamentos y materiales para apagar el fuego.
Quienes deseen donar algo se podría hacer desde el Vicariato de Reyes: en las oficinas de Cáritas, ubicado en la calle Comercio, esquina Gualberto Villarroel, localidad de los Santos Reyes, Provincia Ballivián, departamento del Beni
También han dispuesto de la cuenta institucional bancaria: N° 19259199 en el Banco Unión a nombre de Pastoral Social Vicariato Apostólico Reyes. También es posible hacer los depósitos a la cuenta N° 506-2-1-04976-1 a nombre de Montesinos Sollo Gladis Elena, en el Banco Prodem.
Foto: EFE