Este viernes pasado se cumplieron 10 años del primer gran documento del papa Francisco: la ‘Evangelii gaudium’ (EG). Si la ‘Fratelli tutti’ (FT) del 2020 es considerada como la gran propuesta social de Bergoglio, la EG nos indicó por dónde iría su pontificado.
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¿Cuáles fueron sus postulados más importantes? Recordemos cada uno de sus cinco capítulos.
En el primero, ‘La transformación misionera de la Iglesia’, consagró su clásica expresión: apostar por una Iglesia de puertas abiertas y en salida; invitó a primerear, involucrarse, acompañar, fructificar y festejar; y urgió a una impostergable renovación eclesial.
‘En la crisis del compromiso comunitario’ es el título del segundo capítulo. En él se opone a la economía de exclusión, a la idolatría del dinero que gobierna en lugar de servir y a la inequidad que genera violencia; y enumera las tentaciones de los agentes pastorales: la acedia egoísta, el pesimismo estéril, la mundanidad espiritual y la guerra entre nosotros.
El tercer capítulo me recordó a la Evangelii Nuntiandi (1975), de Pablo VI, pues toma su título de ella: ‘El anuncio del evangelio’. Llamó la atención, hace una década, el que haya dedicado dos apartados de este bloque a la homilía y a su preparación. Y no sé qué tanto los predicadores hayan hecho caso a sus recomendaciones -creo que no, en su mayoría-.
‘La dimensión social de la evangelización’ encabeza el cuarto capítulo. En él nos recuerda la enseñanza de la Iglesia sobre cuestiones sociales, y regresa, como buen latinoamericano, a enfatizar la necesaria opción por los pobres. Como lo machacará en la FT, en el final del bloque propone al diálogo social como contribución para la paz.
Y en el quinto y último capítulo, ‘Evangelizadores con espíritu’, nos presenta las motivaciones para un renovado impulso misionero, y cierra colocando a María como la Madre de la evangelización.
Esta semana pasada, el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, organizó un evento para debatir sobre la exhortación apostólica comentada. La nota periodística que lo refiere destaca los cuatro principios sobre los que Francisco de Roma organiza su ministerio -#s222-237-, y que anunció en ese documento: el tiempo es superior al espacio, la unidad prevalece sobre el conflicto, la realidad es más importante que la idea y el todo es superior a la parte.
Ojalá y, además de la necesaria conmemoración, hagamos un análisis personal y comunitario sobre el impacto del documento, y las cuentas pendientes que todavía tenemos con él.
Pro-vocación
Al Papa le da una gripa, como la de esta semana, y nos pone a temblar a algunos, que lo quisiéramos todavía mucho tiempo más al frente de nuestra Iglesia, y a suspirar a otros, que rezan por su renuncia o su muerte, para regresar a una Iglesia enclaustrada y de puertas cerradas. Sin embargo, ese día llegará, lo sabemos, y mientras tanto los primeros lo seguiremos disfrutando, y los segundos padeciendo.