La Iglesia en Reino Unido tras el suicidio en el barco-cárcel para migrantes: muestra la “crueldad” de la política gubernamental

La embarcación Bibby Stockholm, de tres pisos, tiene 200 habitaciones que albergan a 500 hombres que esperan el resultado de sus solicitudes de asilo

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Activistas católicos del Reino Unido piden el cierre de la barcaza utilizada por el gobierno para albergar a solicitantes de asilo tras el suicidio de un migrante alojado en la embarcación. Si bien, tal como recoge Crux Now, no ha trascendido la edad ni la nacionalidad del hombre fallecido, lo cierto es que la Iglesia en el país ya ha mostrado en numerosas ocasiones su repulsa a esta “cruel” medida del gobierno que, ahora, ha tenido este trágico desenlace.



Amarrada frente a la isla de Portland, en el suroeste de Inglaterra, la barcaza Bibby Stockholm, de tres pisos, tiene 200 habitaciones que albergan a 500 hombres que esperan el resultado de sus solicitudes de asilo.

“Estas son las consecuencias humanas reales de la crueldad deliberada y performativa contra las personas que buscan refugio en el Reino Unido”, dijo Sarah Teather, directora del Servicio Jesuita a Refugiados en el Reino Unido (JRS Reino Unido). “Es hora de dejar de centrarse en la política y empezar a considerar a las personas cuyas vidas están destrozadas por estas prácticas atroces”.

Defender la dignidad

“El gobierno debe dejar de alojar inmediatamente a personas en el Bibby Stockholm y, en su lugar, garantizar que puedan acceder a un alojamiento seguro y digno en nuestras comunidades. Obligar a la gente a vivir en la barcaza es parte de una medida más amplia para colocar a quienes buscan asilo en entornos institucionales, a gran escala, fuera de la ciudad y de cuasi detención, a la que el JRS Reino Unido se opone firmemente”, añadió Teather.

Por su parte, el obispo auxiliar de Westminster, Paul McAleenan, obispo principal para los inmigrantes y refugiados, aseguró su profunda tristeza ante la noticia: “Cada migrante y refugiado tiene un nombre, un rostro y una historia que debe ser escuchada. Esta muerte, y la muerte de todos los que buscan refugio, es una tragedia. Nuestras oraciones están con quien ha perdido la vida, su familia y sus amigos”, dijo.

Asimismo, subrayó que “es importante reconocer que necesitamos un sistema de inmigración que defienda la dignidad humana fundamental de quienes se desplazan, priorice la santidad de la vida y proporcione acceso a alojamiento y atención médica decentes”.

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