Scholas Occurrentes, la organización creada por el Papa Francisco, ha recibido el Premio de la Universidad de Sevilla a la Protección de los Derechos Humanos, ‘Juan Antonio Carrillo Salcedo’. El premio, que se otorga cada dos años, reconoce a personas o instituciones que se hayan destacado por su defensa de los derechos humanos, ya sea en el ámbito político, social o formativo.
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El jurado de la Universidad de Sevilla, una de las instituciones académicas más antiguas de España, eligió este año, para otorgar este reconocido premio, a Scholas Occurrentes, la cual cumple, además, su décimo aniversario de vida. Y lo ha hecho por la “encomiable labor de Scholas Occurrentes en la defensa de los derechos humanos de los jóvenes en todo el mundo y sus prácticas concretas e innovadoras, para que todo niño y joven tenga una vida con sentido”.
“Scholas defiende que tener una vida con sentido es un derecho humano que no se puede violar, y para lograr eso trabajamos en diversas problemáticas”, dice José María del Corral, presidente mundial de Scholas Occurrentes. “Nos enfrentamos a desafíos como la prevención del suicidio en múltiples partes del mundo, abordamos la salud mental de jóvenes y adolescentes en más de 30 países durante la pandemia, y combatimos problemas como el pandillerismo en Panamá, la Camorra en Nápoles, y el abuso infantil en Portugal, México y España”.
Sentido y diálogo
“Muchos hablamos de los Derechos Humanos, pero a la hora de ver el trabajo, pocos lo hacen en el barro”, reflexionó del Corral. Scholas Occurrentes llegó a España en 2015, y desde entonces ha colaborado activamente con la Iglesia local y los otros credos, con las Consejerías de Educación, de Juventud y de Asuntos Sociales, llevando a cabo diversas actividades en varias regiones del país, como la Comunidad de Madrid, Cataluña, Galicia, Comunidad Valenciana, Andalucía y Cantabria.
A su vez, se han abierto sedes universitarias de Scholas en Madrid, Granada, Valencia y Barcelona, entre otras. Desde su creación, Scholas realizó experiencias educativas reuniendo a jóvenes de Israel y Palestina, de Cuba y Estados Unidos, de diversas culturas y religiones, creando cátedras en universidades públicas y privadas; construyendo escuelas deportivas en Mozambique, Irak y en América Latina.Jóvenes de Scholas trabajan desde Haití todos los días para recuperar la dignidad a través de la educación. También, desde Los Ángeles, Miami, Nueva York y Washington, los enseñantes de Scholas buscan que cada joven encuentre un sentido y que el diálogo supere al odio y al enfrentamiento.
De esta manera, el premio, para sus fundadores, “es de los jóvenes que se comprometen cada día con su tiempo y su pasión para llegar a más jóvenes en todo el mundo y del papa Francisco por haber confiado en esta sagrada intuición”.
