Al son de bandolinas, acordeón y guitarras, ataviado con poncho rojo, sombrero negro, chalinas de alpaca y con una guirnalda de cayenas al pecho fue recibido Fermin Sosa Rodríguez, nuevo nuncio apostólico de Bolivia.
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Una fiesta cultural animada por un coro de mujeres aymara, quienes con polleras coloradas, mandolinas y acordeón, amenizaron la ceremonia con el canto “Caminar como profetas”.
Giovani Arana, secretario general de la Conferencia de obispos, abanderó los actos protocolares en un clima de fraternidad y cercanía para hacerlo “sentir en casa”, junto a una comitiva integrada por Percy Galván, arzobispo de La Paz, y sus dos auxiliares, Luis Durán y Basilio Mamani.
De Oceanía hasta América Latina
Sosa viene de Oceanía, donde ejerció como nuncio Nueva Guinea e Islas Salomón, una realidad diametral a la de Bolivia. Ha dejado muy claro: “Vengo aquí como misionero, trayendo esa comunión del Santo Padre”.
Confesó que Bergoglio tiene mucho cariño por Bolivia , por eso “ese amor que él me ha manifestado antes de venir y me dijo, por favor lleva ese cariño y ese amor que tengo a ese pueblo boliviano”.
Para el nuevo nuncio lo clave será estar en comunión con el Papa, con sus obispos y con sus ovejas, “es el signo de las ovejas que me han entregado, porque es el signo del pastor con sus ovejas y las ovejas con su pastor”.
“No solamente es una dirección, sino son las dos direcciones de ida y vuelta, trabajando en comunión, trabajando juntos, porque nuestra tarea es ir caminando como Iglesia a la casa del padre celestial, unidos de la mano, no adelante, no atrás, sino juntos”, remarcó.
No más nuncios de oficina
El diplomático agradeció la calurosa acogida: “Me siento honrado” y prometió no ser un nuncio de oficina a petición del propio Francisco, sino que “vayamos al encuentro de la gente, los obispos, los fieles”.
Así que se encuentra dispuesto a visitar las 18 jurisdicciones de Bolivia, por eso “espero la invitación de los obispos para visitar todas las jurisdicciones eclesiásticas” para “trabajar y caminar juntos”.
Su misión será “que Dios se haga presente en el pueblo boliviano”. Antes de culminar la ceremonia, pidió a las mujeres aymara del coro tomarse una foto, incluida la selfie: “Dios bendiga a cada uno de ustedes, a sus familias y bendiga al pueblo boliviano”. Así comenzó este obispo que promete.
Foto: Conferencia Episcopal Boliviana