“Llamar a otros a unirse a su misión es una de las primeras cosas que hace Jesús al comienzo de su vida pública. Y esto nos dice algo importante: al Señor le encanta involucrarnos en su obra de salvación, quiere que seamos activos con Él, responsables y protagonistas”. De esta manera ha comenzado el papa Francisco su alocución antes de rezar el ángelus ante los miles de fieles congregados en San Pedro.
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“Miremos, por ejemplo, cuánta paciencia tuvo con sus discípulos. Jesús los eligió y continuó creyendo en ellos. ¿Por qué? ¿Y por qué nos llama también para anunciarlo? ¡En definitiva, porque quiere que seamos felices!”, ha continuado. De hecho, “llevar la salvación de Dios a todos fue la mayor felicidad para Jesús”, ha recalcado.
Según ha afirmado el Pontífice, “anunciar el Evangelio no es una pérdida de tiempo: es ser más felices ayudando a los demás a ser felices; es liberarse de uno mismo ayudando a los demás a ser libres”. “Cada uno de nosotros ha recibido el llamado a evangelizar, y hacerlo en el estado de vida en que nos encontramos, con las capacidades, amigos, trabajo, edad, barrio que tenemos”, ha aseverado.
Así, Jorge Mario Bergoglio ha lanzado varias preguntas al aire: “¿Me detengo de vez en cuando para recordar la alegría que creció en mí y a mi alrededor cuando acepté el llamado a conocer y dar testimonio de Jesús? Y cuando rezo, ¿doy gracias al Señor por llamarme a hacer felices a los demás? Finalmente, ¿quiero hacer probar a alguien, a través de mi testimonio y mi alegría, lo hermoso que es amar a Jesús?”.
Año de la Oración
“Queridos hermanos, en los próximos meses se abrirá la Puerta Santa que marca el camino al Jubileo”, ha apuntado el papa Francisco al finalizar la oración mariana. De esta manera, ha pedido a los fieles “intensificar la oración para prepararnos a vivir bien este evento de gracia, experimentar bien la fuerza de la esperanza de Dios”.
Asimismo, Francisco ha recordado que “iniciamos hoy el Año de la Oración”, una iniciativa propuesta por el Pontífice como parte de los actos de preparación para el Jubileo de 2025. Y, por ello, ha pedido que, en estos días, “oremos por la unidad de los cristianos, y no dejemos de invocar la paz del Señor en Ucrania, en Israel y en Palestina, así como en otras partes del mundo”.
“Los que sufren siempre son los más débiles”, ha lamentado el Papa. “Pienso en los niños, en tantos niños heridos y asesinados, abandonados sin afecto, sin futuro. Sintámonos responsables de orar por la paz para ellos”. Asimismo, ha dedicado unas palabras para Haití: “He recibido la noticia del secuestro en Haití de un grupo de personas, entre ellas, seis religiosas. Pido con dolor por la concordia social en el país”.