José Beltrán, director de Vida Nueva
Director de Vida Nueva

El abrazo de Penélope Cruz a madre Teresa


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MIÉRCOLES

Desayuno en la Fundación Edelvives. Puesta de largo del proyecto ‘Romper el silencio’. Una treintena de tutorías de Infantil a Bachillerato para destapar abusos y acoso en los colegios. “Los niños, jóvenes y adolescentes están en tierra de nadie”, alerta la sexóloga Elena Alonso. Y va más allá: “Sin formación pierden el sentido de la intimidad. Y de lo sagrado”. Lo firmo.



LUNES

Escapada a Toledo. Para preparar el Encuentro y Festival de la Canción Misionera. Será en abril. Con lema papal: “Todos, todos, todos”. Apenas son las 12 de la mañana y a Amparo le queda nada y menos de batería en el móvil. Es lo que tiene contar con una oficina andante. Es lo que tiene gastarse y desgastarse. Su nombre es el de tantas mujeres invisibles (Carmen, Rosa…) que llevan meses haciendo encaje de bolillos para encontrar un polideportivo con duchas, una parroquia con salones para colocar las esterillas y unos auditorios para que todo suene como merecen los grupos que van a recorrer unos cuantos kilómetros para cantar a una Iglesia que acoge y abraza. Es el equipo de la Delegación de Misiones, con José Carlos Arellano al frente, que acompaña delante, al lado y detrás.

MARTES

‘El hormiguero’. Pablo Motos entrevista a Penélope Cruz. “De toda la gente famosa a la que has conocido, ¿quién te ha impactado más?”. No se lo piensa. “No es del mundo del cine, es la madre Teresa”. Se explica. “Si hay un viaje que me cambió la vida, fue el que hice a Calcuta. Yo la veía a las cinco todas las mañanas en una especie de misa y, a partir de ahí, me iba a cada una de las casas que tienen ellas a ayudar”. Confesión pública en ‘prime time’. “Me pidió: si vienes aquí, es para trabajar”, expuso sobre unas palabras que lleva grabadas tan a fuego como una imagen: los bebés tirados en las calles de la ciudad. “Había uno de esos niños que era ciego que, en cuanto sentía un adulto cerca, se echaba para buscar los brazos. Esas mujeres maravillosas les daban una casa, una cuna, pero no daban abasto para abrazarles”. Penélope le abrazó.

MIÉRCOLES

Las sedes vacantes se acumulan por momentos. Por jubilación. Por dimisión. Candidatos no faltan. Y dedos que apuntan, sea aquí o en Roma, para que se rubrique a su candidato, tampoco. Dicen que la designación de Pamplona marcó un antes y un después en quién y cómo se llega al nombre definitivo. Dicen.

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