El hospital pediátrico del Vaticano, el Bambino Gesù, tendrá una ampliación. Así lo ha anunciado hoy la Oficina de Prensa de la Santa Sede, por medio de un comunicado, en el que señala que el secretario de Estado de Su Santidad, el cardenal Pietro Parolin, y el subsecretario de la Presidencia del Consejo, Alfredo Mantovano, firmaron este jueves, 8 de febrero, en la sede de la Embajada de Italia ante la Santa Sede, una Declaración de intenciones sobre el Hospital Pediátrico Bambino Gesù.
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En la Declaración se explica que ambas partes han acordado que, ante el hecho de que las estructuras actuales del Bambino Gesù, y, “en particular la sede histórica de Sant’Onofrio, no permiten una mayor ampliación o mejora de la oferta sanitaria o de las actividades de investigación”, se ha llegado al acuerdo de que el antiguo Hospital Carlo Forlanini de Roma es “uno de los lugares más adecuados para la construcción de la nueva sede” del Bambino Gesù.
Primer paso del proceso
Asimismo, la Declaración describe una serie de objetivos que cada parte se compromete a alcanzar. Entre ellos, “en primer lugar la definición de la arquitectura regulatoria necesaria que favorezca la implementación de las intervenciones y la plena sostenibilidad económica de la operación”. Por otro lado, el texto precisa los principales pasos de la operación, a saber, “la adquisición – por un precio por determinar – por parte de la Santa Sede del terreno y del inmueble denominado complejo Forlanini de la región del Lacio”. Todo el proceso concluirá con “la estipulación de un acuerdo entre la Santa Sede e Italia para la transferencia de las unidades a que se refieren los artículos 15 y 16 del Tratado de Letrán a la nueva sede del Bambino Gesù”.
Por tanto, la Declaración se refiere al inicio de un debate entre las partes sobre el destino del sitio histórico de Sant’Onofrio, teniendo en cuenta la actual función asistencial del complejo y previendo también el derecho de tanteo a favor de el Estado italiano.
