Si alguien imaginaba que Francisco y Benedicto XVI estaban situados en dos polos opuestos eclesialmente hablando o que se veían a sí mismo como oponentes, queda desmentido. Y lo hace el propio Jorge Mario Bergoglio al desvelar detalles inéditos sobre las maniobras interesadas que se llevaron a cabo durante el cónclave que eligió a Joseph Ratzinger como pontífice.
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Es más, explicita que el cardenal germano era su apuesta personal: “Era el único que en ese momento podía ser Papa. Después de la revolución de Juan Pablo II, que había sido un pontífice dinámico, muy activo, con iniciativa, que viajaba… hacía falta un Papa que mantuviera un sano equilibrio, un Papa de transición“.
La relación entre ambos
Así lo narra Francisco en primera persona en el adelanto editorial publicado por el diario ABC del libro ‘El sucesor’, (Planeta) escrito por el Papa en colaboración el corresponsal de ABC en el Vaticano, Javier Martínez-Brocal. En la obra, que se publica el 3 de abril, Bergoglio explica su relación con Ratzinger tumbando mitos y ‘fake news’ que han sobrevolado sobre su relación.
El pontífice argentino, sabedor de que solo los Papas pueden contar lo sucedido en un cónclave, llega a detallar cómo un grupo de cardenales electores utilizar su nombre para “bloquear la elección de Ratzinger y después negociar un tercer candidato diferente”.
“Sucedió que yo llegué a tener cuarenta de los ciento quince votos en la Capilla Sixtina. Eran suficientes para frenar la candidatura del cardenal Joseph Ratzinger, porque, si me hubieran seguido votando, él no habría podido alcanzar los dos tercios necesarios para ser elegido papa”, explica Francisco a Martínez-Brocal. Así, tras ser consciente de lo sucedido, manifestó que se apeaba de cualquier carrera papal.
Mentideros vaticanos
Lo cierto es que, hasta la fecha, sí había trascendido que tras la muerte de Juan Pablo II, Jorge Mario Bergoglio fue uno de los nombres que más circularon como futurible Papa. Incluso se llegó a comentar en los mentideros vaticanos que fue el propio cardenal arzobispo de Buenos Aires quien se echó a un lado por considerar que no era el momento.
Ahora todas esas especulaciones se clarifican y Francisco explicita que hubo una “maniobra en toda regla” para desbancar a Ratzinger. “Me usaban a mí, pero detrás ya estaban pensando en proponer a otro cardenal. Todavía no estaban de acuerdo sobre quién, pero ya estaban a punto de lanzar un nombre. Me contaron, más tarde, que no querían a un papa ‘extranjero'”, deja caer Francisco.
A la par, ofrece una moraleja sobre aquella estratagema que él mismo desmontó: “¿Qué estaba diciendo el Espíritu Santo a la Iglesia con ese nuevo papa? Con la elección de Joseph Ratzinger, estaba diciendo: Aquí mando yo. No hay espacio para maniobras“.
Es más, el Papa actual reconoce que haber sido elegido en aquel momento no hubiera sido una buena idea: “Si hubieran elegido a uno como yo, que hace mucho lío, no habría podido hacer nada. En aquel momento, no habría sido posible. Yo salí contento. Benedicto XVI fue un hombre que acompañó el nuevo estilo“. A la par, en ese mismo extracto publicado por ABC admite que el propio Papa alemán encontró “mucha resistencia dentro del Vaticano”.