Los religiosos argentinos se involucran para dar luz y esperanza en los ambientes

Se comprometieron a seguir caminando juntos y ser “centinelas de las llamadas del Espíritu”

Los religiosos argentinos se involucran para dar luz y esperanza en los ambientes

Los miembros de Conferencia Argentina de Religiosos y Religiosas (CONFAR) se reunieron durante la semana pasada, en la casa de ejercicios El Cenáculo (Pilar, Buenos Aires) para celebrar la Asamblea General Anual, bajo el lema: ‘Vida Religiosa, peregrina de esperanza por el camino de la paz’.



Estuvieron presentes el nuncio apostólico, Miroslav Adamczyk; el obispo de Gualeguaychú y presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada, Héctor Zordán msscc; el obispo de Merlo-Moreno y miembro de dicha comisión, Juan José Chaparro cmf; y el obispo auxiliar de La Plata y secretario general del Episcopado, Alberto Bochatey, osa.

Peregrinos – Esperanza – Camino – Paz, fueron las palabras que tejieron y permitieron “el compartir” de cada día en las comunidades.

La presidenta de Confar, Inés Greslebin aci, brindó a todos los presentes una cálida bienvenida. Luego, la Junta Directiva Nacional compartió un ameno y exhaustivo informe para “vislumbrar un amanecer en medio de tantas noches que atravesamos”.

Dinámica del Encuentro

En el mensaje de final, destacaron que el plan trienal 2023-2026 propone abrazar los dolores de este tiempo: “la noche del clericalismo, la noche de una espiritualidad, la noche de los maltratos y abusos de todo tipo, la noche del liberalismo salvaje y la noche del descuido creciente de la casa común”.

Al mismo tiempo, ven con esperanza el compromiso por los últimos y excluidos, la fraternidad en las pequeñas comunidades y la solidaridad organizada de los pobres; la presencia de las comunidades religiosas en las periferias, en la educación, en la salud, y entre los pueblos originarios.

También hubo una presentación del Consejo de Asuntos Económicos que ayudó a mirar la dimensión económica, sin miedos, con expresión evangélica del cuidado para asumirla con responsabilidad e integrarla a la vida cotidiana. Se expuso, asimismo, el reglamento que recoge experiencias y aportes que enriquecen las práctica del ejercicio del Estatuto de Confar.

Con el acompañamiento del Equipo Interdisciplinar de Reflexión abordaron dos momentos de la Asamblea. El primero, la recepción del plan trienal, con las consideraciones de su gestación, la profundización en su mística y su aceptación como hoja de ruta.

El segundo, la elaboración de aportes como vida religiosa para la próxima sesión del Sínodo de la Sinodalidad, respondiendo a: ¿Cómo ser una vida religiosa sinodal en misión hoy? La CONFAR aseguró: “Deseamos que la sinodalidad no sea solo una palabra sino una vivencia cotidiana y profética. Esta contribución surgió como fruto del discernimiento a través de la conversación en el espíritu des de cinco provocaciones propuestas por la CLAR. Estas fueron: Misión y conversión pastoral. Obediencia y modelos relacionales. La formación en clave sinodal. Ejercicio de la autoridad. Renovación de las estructuras de la Vida Religiosa.

Conclusión

En el mensaje se destacó el clima de alegría, el fogón compartido, un espacio que animó a descubrir nuevos valores artísticos: cantar, bailar y reírse como espacio de comunión.

Finalmente, la organización concluyó que la cosecha final los lanza como centinelas de las llamadas del Espíritu para seguir involucrándose en este momento de la historia para contagiar de luz y esperanza en aquellos ambientes donde Jesús Resucitado los envió.

De la mano de mano de María de Luján y preparándose para el Jubileo 2025 se comprometen a seguir caminado juntos/as, oteando nuevos horizontes que los desafían a ser, estar y permanecer como Pueblo de Dios.

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