Otro ‘dicen que el Papa ha dicho’ con el que pasa de homófobo a machista. Nueva polémica por unas palabras pronunciadas por el papa Francisco a puerta cerrada. Esta vez, hacia las mujeres. Y es que, después del encuentro del Papa con sacerdotes de Roma que llevan menos de 10 años ordenados que tuvo lugar el pasado miércoles, ha llegado a oídos de la prensa italiana que Francisco habría dicho que dejaran los cotilleos a un lado porque “son cosa de mujeres”.
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Todo ocurrió, según parece, cuando el Papa acudió –como es habitual durante las últimas semanas– a una nueva parroquia de Roma para encontrarse con el clero. Aunque saluda a los allí congregados, siempre reserva unos minutos para un diálogo con los sacerdotes a puerta cerrada para que estos puedan expresarle sus preocupaciones y dudas. En concreto, el pasado miércoles le tocó el turno a la Casa de las Pías Discípulas del Divino Maestro, donde se reunió con un centenar de jóvenes sacerdotes ordenados en los últimos diez años.
Por lo que ha revelado el blog Silere Non Possum –conocido por sus continuos ataques al Sucesor de Pedro–, el Papa estaba hablando con ellos acerca de la lealtad cuando dijo: “Si en la rectoría, el domingo a la hora del almuerzo, confrontas a tus hermanos por los desastres que él causa, entonces eso es charlatanería. Sé que hay parroquias donde a menudo hay chismes. Los chismes no ayudan. Chismorrear es cosa de mujeres”. “Nosotros tenemos pantalones, tenemos que decirnos las cosas a la cara”, remató el Papa, aunque este chascarrillo también lo ha utilizado en conversaciones distendidas con religiosas en otras ocasiones.
Nueva polémica
Es la segunda vez en apenas una semana que el papa Francisco ve cómo sus palabras, dichas en un ambiente privado, saltan a la opinión pública. El pasado martes el Vaticano hacía público un comunicado en el que aseguraba que nunca fue intención del Papa ofender a nadie expresando términos homófobos, ya que dijo que “en algunos seminarios hay mucho mariconeo”.
“El Papa nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homófobos y pide disculpas a quienes se sintieron ofendidos”, aseguraba el Vaticano, subrayando que este término había sido “referido por otra persona”. Ahora, unos días después de que esas palabras hayan alimentado las críticas contra el Papa, vuelve a saltar la polémica con una filtración con el único objetivo de dañar su imagen.
