“Es la hora de los laicos”. Con estas palabras el arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela, Florencio Roselló, encabeza su última carta pastoral en la que anuncia la creación del Consejo de Pastoral Diocesano (CPD) como su “primer órgano diocesano” puesto en marcha desde su llegada.
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Protagonismo de los laicos
“Hay otros órganos o estructuras diocesanas que hay que crear o renovar, pero entiendo que este CPD, en el que la mayoría son laicos, debe de ser el primero en crearse”, explica el prelado en clave sinodal. Así el organismo empezará a funcionar el 15 de junio formado por laicos, sacerdotes y religiosos.
“Es la mesa común de la Iglesia, donde todos podamos mirarnos a la cara sin complejos y sin aire de superioridad ni de inferioridad”, reclama Roselló. El objetivo del consejo es, explica, “integrar los diversos carismas del Pueblo de Dios en Navarra en un esfuerzo común de animación y evangelización” según sus Estatutos. Estará formado por 40 personas: el arzobispo, 11 sacerdotes, 3 religiosos y religiosas y 25 laicos y laicas elegidos de forma democrática. Su primera tarea será elaborar el Plan Diocesano de Pastoral.
