Tribuna

Está y… es comparable

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“Quiero ver la risa del sol por las mañanas, que venga siempre a golpearnos la ventana, yo quiero un sol, yo quiero un sol que me acompañe hablando siempre de frente, tirando todo lo mal” (Torres, Diego & Guerra, Juan Luis – Abriendo caminos, 2006)



Dos cantantes de Hispanoamérica que hacen comparaciones y contemplan en lo cotidiano un deseo de “buena vida”, “como un río que se abre camino hacia el mar, hay personas tan grises hay personas que no dejan de brillar…”.

En las lecturas del XI° Domingo de la vida pública (Tiempo Ordinario) pareciera que las lecturas nos presentan a un Dios que se hace tan ordinario como un cedro y un grano de mostaza…¡Está en lo cotidiano! Y su propuesta es parecida a muchas cosas que vivimos a diario.

Un reino comparable

“¿Con qué compararemos el Reino de Dios?” (Mc. 4, 30)

En la pedagogía de Jesús podemos encontrar un principio muy elocuente su propuesta: la cotidianeidad.

Si Jesús fuera de una facción religiosa seguramente buscaría explicar el mensaje con erudición lingüística o con términos específicos de un “lenguaje estrictamente religioso”. Sin embargo, utiliza un lenguaje diario, cercano de la vida cotidiana, sin grandes explicaciones “intelectuales”, porque presente un Reino que es comparable.


¿Qué es una parábola?

Al proponer el Reino Jesús utiliza parábolas. Ellas son:

  • Una comparación tomada de la vida real, que transmiten una enseñanza.
  • Suelen ser elaboraciones cotidianas que nos invitan a tomar una postura. Nadie, que verdaderamente las haya escuchado, puede quedarse indiferente a la propuesta.
  • Poseen y generan desafíos para quienes las escuchamos: discernir y encontrarle una explicación y aplicación a la vida desde la Buena Noticia.
  • Son propuestas de fe para descubrir qué es Reino de Dios y quién es ese Dios que Jesús menciona, no son contenidos dogmáticos acabados y que todos tenemos que “saber de memoria”.
  • brindan criterios para discernir la pedagogía divina y su presencia en medio de nuestra vida e historia.
  • Tienen un lenguaje sencillo, cotidiano y desde la realidad de los interlocutores y así se hace comparable y comprensible.
  • Suelen tener un contenido de fe central: sea el Reino de Dios (Mt. 13; Mc. 4), sea la misericordia de Dios (Lc. 15).(Curia, Christian – Te creo, 2013, págs. 26-29)


Dios que se adapta

“Y con muchas parábolas como estas les anunciaba la Palabra, en la medida en que ellos podían comprender” (Mc. 4, 33)

Jesús vive, propone y predica un Dios que se adapta al estilo humano de aprender y comprender. Los fanatismos religiosos suelen predicar que el ser humano se tiene que “adaptar” al Dios ideologizado de sus elaboraciones.

Jesús plantea un Dios que es amplio en donde el Reino cobija a todos “los pájaros se cobijan en sus sombras”, mientras que los tradicionalistas solicitan que las personas se adapten a los requisitos de “algunos, muchos, etc.”

Jesús compara el Reino con y desde la vida. Los intransigentes utilizan un vocabulario que aleja a Dios de la vida y de la realidad. Y hasta se escandalizan de un Dios que es tan cotidiano.

Jesús predica contemplando la vida. Los fanáticos religiosos lo hacen mirando los papeles que escribieron para hablar y leen como sin “pasión” sentados en sus poltronas.

Jesús anuncia “la Palabra”. Los “súbditos” repiten palabras que no hacen eco, no hacen catequesis.

Jesús propone un Reino para todas las personas. Los cegados por sus ideas o tradiciones, proponen una fe solo para muchos y pretenden que todos se adapten a ellos, catalogan a los cristianos según minorías o mayorías, elecciones existenciales o de opciones vocacionales generando una propuesta religiosa de “ghetto” donde hay grupos de cristianos considerados de primera o de segunda, que tienen un sacramento que no es igual a todos los demás sacramentos…. Pareciera que, para ellos, Jesús instituye sacramentos más dignos que otros. Pareciera que un sacramento eleva en dignidad por encima de aquel sacramento que nos fraterniza y nos configura con Cristo Sacerdote, Profeta y Pastor.

Jesús anuncia “en la medida que ellos pueden comprender”. En varias diócesis la propuesta de formación de iniciación a la vida cristiana es darles todos los temas para que sepan.

Jesús vive la experiencia de un Reino que lo desborda y que está en la vida, por eso lo contempla en la existencia y realidad. Para quienes viven en la mentalidad de cristiandad, el Reino de Dios tiene que encajar en los parámetros que ellos proponen.

Una catequesis mayéutica

La propuesta de Jesús en las parábolas, exige a la identidad y pastoral eclesial, un cambio profundo. Insistimos: no en cambiar un orden de sacramentos o de temas, sino en una nueva identidad eclesial desde el Evangelio para realizar una pastoral que brota de la Buena Noticia.

Para ello, lo primero es comprender que la Revelación como iniciativa de la Trinidad (Concilio Vaticano II – DV, 1965)(#2), “ella nos primerea, toma la delantera. A la vez es gratuita, ¡no pide nada a cambio! ¡Si, nada! Su propuesta y garantía es salvación, el amor trinitario es para la liberación” (Curia, Christian, 2018, pág. 38).

Una catequesis ecuménica e interreligiosa que manifiesta la religiosidad de todo ser humano y es una invitación a descubrir que “Dios trabaja con todos los pueblos y culturas, con cada uno según sus circunstancias y posibilidades” (Torres Queiruga, Andrés, 1992, pág. 200). Valorando y aceptando la libertad religiosa y de conciencia (Concilio Vaticano II – GS, 1965)(#16).

El centro de la revelación es el amor de la Trinidad manifestada en la acción pascual de Jesús… este es el misterio de nuestra fe, que en una exclamación jubilosa, prorrumpimos en la Liturgia Eucarística. (CEA – Misal Cotidiano, 2011, pág. 920).

La pastoral de la Iglesia está llamada a seguir contemplando desde el Dios revelado por Jesús. Y esto no es una cuestión meramente espiritual. Una comunidad que mira así, libera de opresiones, no pone cargas ni sacrificios estoicos. La asamblea convocada, que está atenta al corazón del creyente, motiva e impulsa a responder a Dios, no le importa si tiene la estampita o la firma en el cuaderno por haber asistido a Misa, ni si cumple los requisitos para la indulgencia.

Una catequesis mayéutica, está impregnada de la pedagogía de Jesús y el Reino, porque contempla el misterio divino en la vida de toda persona y sus realidades. Es una catequesis que no se focaliza en la pantomima ritualista de los requisitos, sino que busca hacer un “Itinerario Catequístico Permanente” para que las personas desde Jesús encuentren sentido a la vida en un espacio comunitario eclesial (CEA – JEP, 1988) (#50-51) y desde allí configura todo lo demás.

Una iglesia y catequesis mayéutica son la que humanizan “poniendo la vista en el misterio que contemplamos, no en la cantidad de miembros que integran, sino en llevar adelante la misión encomendada y elegida. Mirándonos desde el misterio que anunciamos vemos nuestras vidas y la compartimos a la luz del Evangelio, porque la vida nos da señales” (Curia, Christian, 2018, pág. 26)

Para ello, será necesario que la Iglesia “cuanto más sea, a escala local o universal, de dar prioridad a la catequesis tanto más encontrará en la catequesis una consolidación de su vida interna como comunidad de creyentes, y de su actividad misionera. Es invitada a consagrar a la catequesis sus mayores recursos en hombres y energías, sin ahorrar esfuerzos, fatigas y medios materiales, para organizarla mejor y formar personal capacitado. En ello no hay un mero cálculo humano, sino una actitud de fe. Y una actitud de fe se dirige siempre a la fidelidad a Dios, que nunca deja de responder” (Juan Pablo II – CT, 1979) (#15)

Plegaria para una Catequesis creyente y orante

Trinidad que te haces comparable es bello y necesario, alabarte,
porque sos la voz que prolonga y certifica la presencia de Dios en la vida “Sí, creemos en un Dios que está presente.
Porque creemos en un Dios que habla.
Porque creemos en un Dios que hace ritmos en cada cultura, donde los valores sostienen la convivencia, que “convoca a los pájaros a la primera aurora y al pasto a los primeros animales”, que se deja buscar como “vigor, origen y meta de la vida” (CEA. Liturgia de las Horas- Himno Alfarero del hombre, 1981).
Porque creemos en un Dios que es gozo y hace gozar la vida.
Porque creemos en un Dios que mira, va al encuentro, abraza, besa, engalana y hace fiesta (Cf. Ez. 16, 1 – 14; Lc. 15, 1 – 3; 11 – 24).
Porque creemos en un Dios que es Padre y Madre (Juan Pablo I – Ángelus, 1978) que se deja ver en sus obras, porque sus manos son recientes en las flores, en el rocío, en el bebé que se está gestando, en la vitalidad de los niños, en las inquietudes y búsquedas adolescentes y de jóvenes, en la laboriosidad y estudio, en la mirada profunda y prolongada de los ancianos…deja su hermosura en cada persona.
Porque creemos en un Dios que salva en Cristo, nuestro hermano, a todos los seres humanos, sacándonos de la esclavitud y nos hace vivir en la libertad de los hijos porque visita y redime a su pueblo, “iluminando a los que están en las tinieblas y en la sombra de la muerte, y guía nuestros pasos por el camino de la paz” (Lc. 1, 68 – 79).
Porque creemos en el Dios que Jesús, el de Nazareth nos revela, que está, estuvo y estará, que es misericordiosamente tierno.” (Curia, Christian, 2018, págs. 28-29)
Te pedimos, que tu manera de ser, nos convierta en una iglesia que vive tu estilo.

Felices desde la Pascua de la Vida Nueva… y que ella nos impulse a vivir con caras de redimidos.

Bibliografía

CEA – JEP. (1988). ‘Juntos para una evangelización permanente’. Buenos Aires: Oficina del Libro.
CEA – Misal Cotidiano. (2011). ‘Misal Romano Cotidiano’. CABA: Oficina del Libro.
CEA. Liturgia de las Horas- Himno Alfarero del hombre. (1981). ‘Liturgia de las Horas, Tomo III, Himno Alfarero del Hombre’, Buenos Aires: Paulinas.
Concilio Vaticano II – DV. (1965). ‘Dei Verbum’. Vaticano: Paulinas.
Concilio Vaticano II – GS. (1965). ‘Constitución Pastoral Gaudium et spes’. Vaticano: Paulinas.
Curia, Christian – Te creo. (2013). ‘Te creo. Una propuesta pastoral desde Jesús’. Buenos Aires: Claretiana.
Curia, Christian. (2018). ‘La #vida nos da #señales’. Buenos Aires: PPC.
Juan Pablo I – Angelus. (10 de septiempre de 1978).
Juan Pablo II – Exhortación Apostólica Post Sinodal Catechesi Tradendae (16 de Octubre de 1979).
Torres Queiruga, Andrés. (1992). ’10 Palabras clave en religión’. Navarra: Verbo Divino.