Francisco en el G7: ¿de qué hablará con Meloni, Zelenski, Macron, Trudeau, Erdogan, Modi, Biden o Lula?

Por invitación de Italia, Bergoglio se convertirá hoy en el primer pontífice en participar en esta importante cumbre internacional

G7 en Italia

Por invitación de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, Francisco se convertirá, este viernes 14 de junio, en el primer pontífice en participar en una cumbre del G7, que concentra a varias de las grandes potencias de la humanidad: Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos. Además, en la presente cita, que se celebra desde ayer en la localidad italiana de Borgo Egnazia, en Apulia, se producirá otro hito especial al acudir otras naciones, como Ucrania, Brasil, India o Turquía.



Toda una cumbre internacional en la que se concentrarán buena parte de los principales mandatarios del planeta. Y que, aprovechando la presencia del Papa, han pedido tener una serie de breves encuentros con él. Por ahora, según ha confirmado el Vaticano, Bergoglio charlará personalmente y por separado con Kristalina Georgieva, Volódimi Zelenski, Emmanuel Macron, Justin Trudeau, Recep Tayyip Erdogan, William Ruto, Narendra Modi, Joe Biden, Lula da Silva y Abdelmadjid Tebboune. Y, aunque no figure en el programa oficial, es evidente que compartirá muchos momentos de confidencias con la anfitriona Meloni, que estará con él desde que le reciba en el helipuerto. Pero, ¿de qué puede hablar con cada uno de ellos?

Kristalina Georgieva

Desde 2019, la búlgara es la directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI), cargo en el que sustituyó a Christine Lagarde. De poder hacerlo, el Papa le transmitirá principios que son ejes de su pontificado: apostar por una economía centrada en la persona, condonar la deuda a los países que no pueden pagarla, apostar por modelos laborales que velen siempre por la dignidad humana, vigilar la actuación de las empresas multinacionales en contextos naturales a proteger (incluidas, por supuesto, sus comunidades locales), luchar contra la evasión de impuestos de los más ricos… A buen seguro, al Papa se le hará corto el tiempo con ella.

Volódimir Zelenski

Como ya le transmitió el propio presidente ucraniano al Papa cuando le visitó el pasado año, se da por descontado que este recalcará la urgencia de su ‘Fórmula de Paz’ como “el único camino para lograr una paz justa” en su conflicto con Rusia; esto es, la restauración de la integridad territorial de Ucrania y la retirada de las tropas de Putin. De hecho, así se lo reiteró días atrás, en una audiencia privada, a Andriy Yermak, el jefe de la Oficina de la Presidencia de Ucrania, quien puso mucho énfasis en agradecer la mediación eclesial para el regreso a casa de muchos niños ucranianos llevados a la fuerza a Rusia.

Con todo, la cita adquiere una especial relevancia, pues, del 15 al 16 de junio, en localidad suiza de Lucerna, se celebra una Cumbre Mundial por la Paz para analizar posibles vías para el fin de la invasión rusa en ucrania. Además del propio Zelenski y de muchos otros líderes mundiales, acudirá el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede.

Emmanuel Macron

Al presidente francés, Francisco podrá transmitirle el pesar por su promoción de una Ley de la Eutanasia y por incluir el aborto como un derecho en su Constitución. Pero, además, es muy posible que aborden la situación política tras las últimas elecciones europeas, donde la ultraderecha, capitaneada por Marine le Pen y en la que también tiene mucha importancia el movimiento Reconquista, arrasó en todo el país (de hecho, ambas formaciones se llevaron el 42% del voto de los católicos, según una estimación de ‘La Croix’). La crisis es tal que Macron se ha visto obligado a adelantar a dentro de dos semanas la celebración de unas elecciones legislativas en las que se configurará el nuevo Parlamento.

G7 en Italia

Justin Trudeau

Con el primer ministro de Canadá, a buen seguro, el Papa hablará de una situación que le conmociona: el conocimiento de que, casi un siglo atrás, instituciones educativas católicas participaron en el plan del Gobierno para erradicar la identidad indígena del país; lo que pasó por un genocidio y, en el caso de los menores, por su ingreso a la fuerza en escuelas en las que se borró a la fuerza toda seña de su identidad cultural, encontrándose también bajo sus suelos fosas comunes con cadáveres de niños.

Francisco, que ha llegado a visitar Canadá para abrazar a las comunidades indígenas, promueve junto a su Conferencia Episcopal todo tipo de iniciativas en las que solicitar su “perdón”.

Recep Tayyip Erdogan

Con el mandatario otomano, Francisco podría abordar la condición de Turquía como “tapón” de la Unión Europea (UE) a la hora de “frenar” (muchas veces sin respetar los derechos humanos) el flujo migratorio que busca llegar a nuestro continente o la vieja aspiración de su país, de mayoría islámica, a ingresar en la comunidad europea.

Pero tampoco es descartable que el Papa lamente ante él la decisión de su Ejecutivo de reconvertir en mezquitas dos iconos del legado bizantino cristiano como las basílicas de Santa Sofía y San Salvador de Cora, rompiendo así el pacto tácito de neutralidad religiosa desde que Kemal Atatürk, líder de la revolución de los Jóvenes Turcos, consagrara un siglo atrás la apuesta por la laicización del Estado.

William Ruto

Desde su victoria en las elecciones de 2022, William Ruto es el presidente de Kenia. Pero, antes, ya había sido vicepresidente durante una década y también tuvo una significativa experiencia como ministro de Asuntos Exteriores. El Papa podrá hablar con él sobre la situación interna del país (una democracia consolidada, aunque con mucha desigualdad social, estando muy aisladas las comunidades rurales) y también sobre la internacional, pues Kenia se ha comprometido a enviar fuerzas para hace frente a la catarsis que se vive en Haití, país caribeño que, actualmente, se encuentra en manos de las pandillas.

Ese apoyo es muy valorado por Estados Unidos (Biden recibió recientemente a Ruto en la Casa Blanca). Especialmente en un contexto en el que el Sahel está cayendo cada vez más en regímenes militares cercanos a la Rusia de Putin.

Narendra Modi

Con el primer ministro de la India podrá hablar de la situación política interna. Y es que Modi, en el poder desde 2014, concurría el 1 de junio a sus terceras elecciones liderando el partido nacionalista hindú Bharatiya Janata (BJP), con el que, a lo largo de esta década, ha desarrollado una política hostil a los musulmanes y en la que los cristianos tampoco han gozado de una especial consideración. Tras perder en estos últimos comicios la mayoría absoluta, ha tenido que conformar un Gobierno de coalición, apoyándose en grupos minoritarios.

La Conferencia de Obispos Católicos de la India (CBCI) ha saludado su nuevo mandato con una petición clara: debe estar “comprometido con el bienestar de todos los sectores de la sociedad, particularmente los marginados y vulnerables”. También debe ser “inclusivo” y transmitir “la fuerza del espíritu democrático” al pueblo indio, “defendiendo los valores constitucionales y garantizando la justicia, la libertad, la igualdad y la fraternidad para todos los ciudadanos”, más allá de su ideología o credo.

Joe Biden

Con el presidente de los Estados Unidos, en cuanto a que gran potencia mundial de la etapa contemporánea, el Pontífice podría abordar todo tipo de situaciones en clave política. Pero, si así lo quisieran, también podrían ‘consolarse’ mutuamente por estar ambos en la diana de la parte más conservadora del Episcopado estadounidense.

Las mayores críticas a este Papa han llegado desde la nación norteamericana (estos días, incluso, ha aparecido un libro en el que varios prelados, anónimamente, le fustigan sin piedad). Pero lo mismo ha sufrido Biden, el segundo presidente católico tras John Fitzgerald Kennedy,reduciendo el balance de su mandato, en buena parte, a su defensa del derecho al aborto

Lula da Silva

El presidente de Brasil, que ha vuelto al poder tras pasar por la cárcel (condenado por corrupción) y después de derrotar a Jair Bolsonaro, es alguien muy cercano a Bergoglio. Se visitan frecuentemente y comparten puntos comunes como la denuncia del peligro del populismo identitario. A buen seguro, si el Papa quiere animarle a acometer una reforma necesaria en su país, esta es la de proteger al fin (verdaderamente) a las comunidades indígenas de la Amazonía que son amenazadas por la rapiña de las multinacionales. También, la de pacificar la convivencia nacional en un país fracturado por la mitad.

Abdelmadjid Tebboune

Con el presidente de Argelia podrá conocer de primera mano su decisión, días atrás, de convocar elecciones presidenciales, que se celebrarán el 7 de septiembre. Tras llegar Tebboune al poder en 2019, se comprometió a no optar a un segundo mandato, aunque ahora no se ha pronunciado sobre si finalmente concurrirá o no a los comicios.

A sus 79 años, el actual presidente emergió en la primera línea política durante las protestas pacíficas contra el quinto mandato de Abdelaziz Bouteflika, denunciando los manifestantes el escoramiento del régimen militar que impera desde el agitado final de la etapa colonial, tras ocho años de guerra contra Francia y un millón de argelinos muertos. Tebboune es un hombre de consensos que ha puesto en la diana la lucha contra la corrupción.

Giorgia Meloni

La líder de Fratelli d’Italia, en el poder desde hace dos años, nunca ha escondido su pertenencia a las fuerzas más derechistas del país. Con Francisco le alejan esas visiones diferentes en torno al auge del populismo, así como su actitud la inmigración. Aunque, en este complejo punto, a ambos les une su común reclamación de que todos los estados miembros de la UE deben dar una respuesta conjunta, no pudiendo recaer todo el peso de la acogida en España, Grecia e Italia.

Un gran reto que le une a Bergoglio es su llamada a la natalidad, siendo los dos muy conscientes de la gravedad de las consecuencias en un país en el que ha descendido alarmantemente el nacimiento de hijos. De hecho, la mandataria y el Papa han participado en varias iniciativas conjuntas en este sentido.

Francisco también valoraría su compromiso europeo al apoyar a Ucrania frente a la invasión de Rusia. Algo en lo que no estarían de acuerdo sus socios de Gobierno: Salvini y los herederos del fallecido Berlusconi, todos ellos muy cercanos a Putin.

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