‘Hospitalitas’ para peregrinar por el arte

  • Las Edades del Hombre se reinventan con una edición de “acogida y solidaridad” que esta vez comparte sede entre Villafranca del Bierzo y Santiago de Compostela
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Una mirada –de nuevo– al arte como compromiso, como mensaje, como memoria, como Palabra de Dios. Las Edades del Hombre reafirman en Santiago de Compostela y en Villafranca del Bierzo, puerta de entrada de los peregrinos desde Castilla y León, su extraordinaria capacidad para reinventarse una y otra vez, pero ante todo la altura de su constante compromiso con el Evangelio. “Villafranca y Santiago están unidas por el Camino, una vía de acogida, solidaridad y hospitalidad. Que Villafranca y Santiago puedan compartir una edición es para nosotros una fortaleza y una posibilidad de que ambas localidades se vean beneficiadas en cuanto a presencia y difusión”, expone José Enrique Martín Lozano, secretario general de la Fundación Las Edades del Hombre.



‘Hospitalitas. La Gracia del Encuentro’ –título elegido para esta XXVII edición– redobla el compromiso de fraternidad con el extraño, el extranjero, el forastero, el que no es de nuestra casa. “Es la hospitalidad que se daba a todas las personas que realizaban una peregrinación, con una acogida de comienzo a fin dentro de una renovación espiritual”, añade. El impresionante ‘Cristo de la Agonía’ (s. XV) de Gil de Siloé, ante el que santa Teresa se postraba cuando iba a confesarse al monasterio de Santo Tomás, en Ávila, parece proclamar ahora en la colegiata de Santa María, la primera parada en Villafranca del Bierzo.

“Pocas localidades recogen tan plenamente la idea de hospitalidad como Villafranca –resume Martín Lozano–. La tradición humana y social es algo intrínseco en sus gentes. A lo largo de los siglos ha acogido a peregrinos de manera solidaria y altruista; aún hoy en día sigue haciéndolo, y la simbología de la Puerta del Perdón de la iglesia de Santiago es tremendamente importante en ello”.

Esa Puerta del Perdón inaugura, cronológicamente, el reto expositivo que supone –por primera vez para Las Edades– trazar una exposición con dos sedes en dos comunidades distintas, pero también simboliza la puerta de entrada al concepto mismo de “hospitalidad” que despliega. “Hospitalitas es un término con raíces griegas y con recorrido latino que la exposición aborda desde el concepto primitivo de solidaridad y acogida”.

Puerta del Perdón

La iglesia de Santiago –erigida entre los siglos XII y XIII a promoción de la Diócesis de Astorga– fue durante siglos el primer edificio que encontraban los peregrinos a su llegada a Villafranca y, bajo sus arcadas, se postraban ante la Puerta del Perdón para recibir las indulgencias si alguna enfermedad les impedía llegar hasta la catedral compostelana. Recién restaurada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España, acoge una inédita experiencia audiovisual inmersiva. “Es algo novedoso y no visto antes en las exposiciones de Las Edades del Hombre”, desvela Martín Lozano sobre este prólogo impecable al discurso artístico que entona la colegiata de Santa María.

“Poder celebrar una edición en Villafranca y hacerlo en dos lugares tan emblemáticos y con tanto simbolismo como la colegiata y la iglesia de Santiago es un privilegio para nosotros como organizadores y creo que para los visitantes –según él–. Poder compartir el proyecto con Santiago de Compostela es una demostración de que el patrimonio es una herramienta tremendamente poderosa para unir territorios y personas”.

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