Los días 23 y 24 de junio se han reunido los miembros del XV Consejo Ordinario, acompañados por algunos consultores de la Secretaría General del Sínodo, para discutir una primera versión del Instrumentum Laboris, el documento de trabajo para la Segunda Sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos. Además, ayer los participantes en la reunión fueron recibidos por el papa Francisco, quien les animó a continuar su trabajo.
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Tal como ha comunicado este martes el Vaticano, tras la reunión de teólogos y teólogas de principios de mes, que articuló los informes recibidos por la Secretaría General, se redactó una primera versión del futuro documento. Este primer texto fue enviado, además de a los miembros del Consejo, a unas setenta personas, representantes de todo el pueblo de Dios (sacerdotes, consagrados y consagradas, laicos, representantes de realidades eclesiales, teólogos, agentes de pastoral y un número significativo de pastores) de todo el mundo, de diversas sensibilidades eclesiales y de distintas “escuelas” teológicas.
De hecho, a fecha de 24 de junio de 2024, los informes recibidos son 108 de 114 (95%) de las Conferencias Episcopales y de nueve de 14 de las Iglesias Orientales Católicas. Asimismo, se ha recibido la contribución de la USG-UISG (respectivamente la Unión Internacional de Superiores Mayores y la Unión Internacional de Superioras Generales), y más de 200 observaciones, de realidades internacionales, facultades universitarias, asociaciones de fieles o comunidades y personas particulares, además de los informes presentados por los párrocos en la reunión de trabajo de tres días de los Párrocos por el Sínodo.
“Hemos querido realizar esta amplia consulta para mantener la coherencia con el principio de circularidad que animó todo el proceso sinodal. Esta verificación del material elaborado a la luz de los informes recibidos pretende ser también un ejercicio, por parte de la Secretaría General, de esa rendición de cuentas que caracteriza a la Iglesia sinodal y que, estoy seguro, dará testimonio de la autenticidad de los trabajos sinodales”, explicó el cardenal Mario Grech, secretario General de la Secretaría General del Sínodo.
Aprobación del documento
Asimismo, el Vaticano subraya que la reunión también comprendió un análisis de la marcha del proceso sinodal, en particular entre las dos sesiones de la Asamblea. “De los informes de los miembros del Consejo aflora, en general, un sentimiento de gratitud y confianza por el camino emprendido”.
Por último, muchos subrayaron el aprecio que el método de la conversación en el Espíritu ha encontrado en muchas realidades eclesiales, hasta el punto de que ha sido adoptado en no pocas diócesis como método de “trabajo” en los consejos diocesanos y parroquiales, hasta las reuniones de las Conferencias Episcopales. “Es el regalo más hermoso de este sínodo”, dijo uno de los participantes.
Del mismo modo, el Vaticano ha detallado que tras los trabajos del Consejo y una amplia revisión, se redactará una nueva versión del Instrumentum Laboris que se enviará de nuevo al Consejo Ordinario para su aprobación. A continuación, el nuevo documento será sometido al papa Francisco para su aprobación definitiva. La publicación del texto está prevista para la primera decena de julio.