Acuerdo sobre la bocina con los ‘rebeldes’ siro-malabares que, por ahora, evita el cisma

  • El pacto, “temporal”, acepta la “particularidad litúrgica” de Ernakulam-Angamaly, por la que en sus misas el sacerdote jamás da la espalda a los fieles
  • Podrán mantener sus eucaristías, aunque, en los domingos y festivos, cada parroquia deberá ofrecer de modo obligatorio una de las fijadas en su Sínodo

El 3 de julio concluía el ultimátum que el nuevo arzobispo mayor siro-malabar, Raphael Thattil, y el administrador apostólico de la Eparquía de Ernakulam-Angamaly, Bosco Puthur, habían dado a los sacerdotes, religiosos y laicos de esta última comunidad, la principal de este rito cristiano oriental en India, para aceptar la reforma litúrgica aprobada en 2021 por el Sínodo siro-malabar. En caso contrario, serían excomulgados.



Después de tres años de abierta hostilidad, de que incluso el papa Francisco (los siro-malabares están en comunión con Roma) les haya advertido contra el riesgo de convertirse en una “secta” y de dejarles claro que se vería obligado a “tomar las sanciones pertinentes”, y de rechazar con violencia, semanas atrás, la última llamada al diálogo de Thattil (quemándose copias de su circular ante la casa del obispo), se llegó a la última frontera antes de que el caso derivara en un triste cisma.

Se admite la excepción

Un Rubicón que no se cruzó, pues, 48 horas antes de que expirara el plazo, como adelantó ‘Asia News’, se alcanzó un “acuerdo temporal”. En el mismo, tal y como pedía la Eparquía de Ernakulam-Angamaly, la única de las 34 comunidades de rito siro-malabar que no aceptaba la liturgia consensuada, se permitió una excepción para ella. Y es que, si bien sus parroquias debían celebrar de modo obligatorio una eucaristía según este rito los domingos y festivos, el resto de misas de esos días y  todas las del resto de la semana podrán seguir realizándose según la tradición local.

¿Cuál es la gran diferencia? Que, en el rito consensuado por el Sínodo siro-malabar para contar con una liturgia unificada en sus 34 eparquías, este establecía que, tanto en la celebración de la Palabra como en la parte final de la misa, el sacerdote se situaría de cara a los fieles. Posición, eso sí, que cambiaría en la liturgia eucarística, cuando el presbítero se ubicaría mirando hacia el altar, dando la espalda a los fieles.

Según su tradición local

Algo que desde el primer momento causó un rechazo visceral en Ernakulam-Angamaly (comunidad india que, significativamente, concentra a la mayor parte de los cristianos de este rito oriental en comunión con la Iglesia católica, teniendo allí además su sede además el arzobispo mayor), pues, según su tradición local, el cura se sitúa en todo momento frente a la asamblea y no da la espalda a esta ni siquiera en el momento de la consagración.

Después de tres años de una tensión que llegó finalmente al límite, pues existía el riesgo de que miles de sacerdotes, religiosos y laicos dejarán de estar en comunión con la Iglesia católica, Thattil ha podido reconducir la situación al reconocer esta “particularidad litúrgica” local. De hecho, se ha comprometido a que, si en un futuro se implementa cualquier novedad adicional a este pacto, estará obligado a consultar previamente a los órganos canónicos de la eparquía crítica.

En declaraciones a ‘Asia News’, Kuriakose Mundadan, secretario del Consejo Presbiteral de Ernakulam-Angamaly, ha celebrado que, gracias a este pacto, se haya desbloqueado la ordenación sacerdotal de los ocho diáconos de la arquidiócesis, hasta ahora en el aire. También ha destacado cómo ya se han celebrado en su comunidad las primeras misas según el rito sinodal… Aunque, como era de prever, “en muchos casos los participantes eran menos numerosos”.

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